El PP alicantino multiplicó por 11 las subvenciones al pueblo que desalojó a su alcalde socialista con una moción de censura

El pequeño municipio agrícola de Dolores (Alicante) recibió en 1997 más subvenciones públicas que en toda su historia. Tras la moción de censura que desalojó del poder a los socialistas, la Diputación de Alicante, en manos del PP, multiplicó por 11 las cantidades destinadas a obras públicas y a programas sociales, deportivos, culturales y de todo tipo en el pueblo, que cuenta con 6.127 habitantes. Se confirma así que el PP está cumpliendo el pacto que suscribió el 18 de julio de 1996 con el Partido Independiente de Dolores -integrado hoy en la regionalista Unión Valenciana- para favorecer ...

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El pequeño municipio agrícola de Dolores (Alicante) recibió en 1997 más subvenciones públicas que en toda su historia. Tras la moción de censura que desalojó del poder a los socialistas, la Diputación de Alicante, en manos del PP, multiplicó por 11 las cantidades destinadas a obras públicas y a programas sociales, deportivos, culturales y de todo tipo en el pueblo, que cuenta con 6.127 habitantes. Se confirma así que el PP está cumpliendo el pacto que suscribió el 18 de julio de 1996 con el Partido Independiente de Dolores -integrado hoy en la regionalista Unión Valenciana- para favorecer un relevo en la alcaldía a cambio de financiar obras "al 100%" con subvenciones públicas.El documento que recogía los términos del pacto -formalizado ante un notario de Murcia y conocido el jueves- ha desatado una tormenta política ante la que ayer se vio forzado a intervenir el presidente de la Generalitat valenciana, Eduardo Zaplana. Visiblemente irritado, el líder regional del PP dijo que es "rigurosamente falso" que las administraciones públicas que domina se comprometieran a invertir en Dolores a cambio de echar al regidor.

Para Zaplana, la firma de altos dirigentes de su partido en el mismo sólo demuestra que el PP daba "el visto bueno" a un acuerdo "lógico" entre concejales de una ciudad que atravesaba una situación "delicada". Zaplana dedicó la mayor parte de sus declaraciones a criticar a los periodistas y a poner en marcha el ventilador aireando los casos de corrupción y las mociones que han implicado a socialistas.

"El PP no se comprometió a nada en ese documento y, por supuesto, no se puede decir que se pactara una moción de censura a cambio de subvenciones porque en política no vale todo y nosotros traemos una respuesta política ética a la sociedad", declaró Zaplana, y zanjó: "No tengo nada que esconder porque se trata de una distorsión que no tiene justificación".

Mientras, los socialistas hacían público el listado de subvenciones antes y después de que el PP accediera a la alcaldía. Sólo la Diputación de Alicante, que preside Julio de España, el número uno provincial del PP, multiplicó por 11 sus aportaciones para ejecución de obras públicas y programas. Dolores recibió de ella cerca de 36 millones de pesetas en 1995, cuando la institución todavía manejaba presupuestos del PSOE. En 1996 la aportación disminuyó a poco más de 10 millones. Pero en 1997, con un hombre del PP sentado ya en la alcaldía, la cifra se disparó hasta los 113 millones, a los que se sumaron otras partidas aportadas por la propia Generalitat.

Todas las fuerzas de izquierda han criticado duramente la situación y exigen la comparecencia de altos cargos del PP ante las Cámaras representativas para explicar lo que consideran una "compra descarada" de una alcaldía.

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