Bonino reclama desde Madrid mayor implicación con los derechos de la mujer en Afganistán

"Hemos sido pacientes durante dos años y no queremos seguir así". La comisaria europea de Asuntos Humanitarios, la italiana Emma Bonino, pidió ayer en Madrid a la comunidad internacional que presione a Afganistán para que se respeten los derechos de las mujeres. Lo hizo en la presentación de la campaña Una flor para las mujeres de Kabul, impulsada por el Parlamento Europeo y que pretende convertir a las mujeres de la capital afgana en el símbolo del Día de la Mujer Trabajadora, el 8 de marzo.En el acto también estuvieron la ministra de Agricultura, Loyola de Palacio, y la directora ...

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"Hemos sido pacientes durante dos años y no queremos seguir así". La comisaria europea de Asuntos Humanitarios, la italiana Emma Bonino, pidió ayer en Madrid a la comunidad internacional que presione a Afganistán para que se respeten los derechos de las mujeres. Lo hizo en la presentación de la campaña Una flor para las mujeres de Kabul, impulsada por el Parlamento Europeo y que pretende convertir a las mujeres de la capital afgana en el símbolo del Día de la Mujer Trabajadora, el 8 de marzo.En el acto también estuvieron la ministra de Agricultura, Loyola de Palacio, y la directora del Instituto de la Mujer, Concepción Dancausa.

Son más de la mitad de la población, pero no cuentan. Son casi un millón de mujeres que no pueden trabajar ni salir a la calle solas, que ven la vida a través del burka, la prenda que les cubre de los pies a la cabeza. Las mujeres de Kabul viven despojadas de los derechos más elementales desde el triunfo dé la revuelta talibán -fundamentalistas islámicos en septiembre de 1996.

Para denunciar su situación la campaña presentada ayer ha programado actuaciones en toda Europa: recogida de firmas -las cuatro ministras españolas y la diputada socialista Cristina Alberdi ya lo han hecho-; mesas redondas y conciertos. El Instituto de la Mujer coordina los actos en España en los que participan los gobiernos de las Comunidades Autónomas y varias Organizaciones No Gubernamentales.

Se trata de una campaña informativa, pero con un claro objetivo político: que los países miembros de la ONU no reconozcan el régimen talibán -Arabia Saudí, Pakistán y los Emiratos Árabes Unidos ya lo han hecho- y que presionen a las facciones en lucha para que negocien la paz. Bonino elogió la "implicación" de la presidencia británica de la UE en este sentido.

Pero los únicos ojos de la Comunidad Internacional en Afganistán son los de los cooperantes. Como Gisela Miñana, logista de Médicos del Mundo, que volvió del país asiático el 12 de enero. Tuvo que cubrirse con un velo. Los hombres la ignoraban. Y eso que ni siquiera pisó Kabul. Para Miñana, como para Bonino, el arma más eficaz para presionar a Kabul es la ayuda humanitaria. La de la UE asciende a 51.000 millones de pesetas desde 1991.

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