Un ex jefe de la agencia antidrogas de México crea su propio 'cartel' en EE UU
Progresivamente reducidos los márgenes del asombro sobre el poder corruptor del narcotráfico, ayer surgió en México un nuevo elemento para el pasmo. El comandante Horacio Brunt Acosta, director de información del Instituto Nacional para el Combate a las Drogas entre 1994 y 1996, casi un héroe en México por su intervención en la captura de Juan García Abrego, jefe del cartel del Golfo, se ha sumado al lucrativo negocio y dirige ahora su propio cartel en EE UU.
El diario Reforma ha revelado que Brunt, de 48 años, dirige una red de ex policías que trabajaron en el Estado de Jali...
Progresivamente reducidos los márgenes del asombro sobre el poder corruptor del narcotráfico, ayer surgió en México un nuevo elemento para el pasmo. El comandante Horacio Brunt Acosta, director de información del Instituto Nacional para el Combate a las Drogas entre 1994 y 1996, casi un héroe en México por su intervención en la captura de Juan García Abrego, jefe del cartel del Golfo, se ha sumado al lucrativo negocio y dirige ahora su propio cartel en EE UU.
El diario Reforma ha revelado que Brunt, de 48 años, dirige una red de ex policías que trabajaron en el Estado de Jalisco en los años ochenta y establecieron estrechos vínculos con los capos de la zona y las autoridades a su servicio. Al menos un cabecilla de los narcos recibió de Brunt una identificación policial para facilitarle el comercio de narcóticos. Mientras tanto, en Guadalajara caía otro funcionario: fue detenido el capitán del Ejército Óscar Torres Rodríguez, principal mando operativo de la Seguridad Pública del Estado, como sospechoso de proteger a traficantes.El nuevo holding de Brunt agrupa en su dirección a Juan José Esparrazoga, Albino Quintero y Olegario Meras, procedentes de los tres principales carteles mexicanos: el de Juárez, el del Pacífico y el del Golfo. Su campo de operaciones se extiende por diversas ciudadades de California, entre ellas Los Ángeles y San Francisco, y otras de Tejas y Arizona. De acuerdo con la documentación disponible, el comandante Brunt ya traficaba con marihuana y cocaína en 1993, cuando trabajaba para la Procuraduría (fiscalía) General de la República.
El ahora fugitivo de la justicia fue ascendido a titular del desaparecido Instituto Nacional para el Combate de las Drogas por el comisionado gubernamental, René Paz. En aquellos tiempos, independientemente de los dos millones de dólares ofrecidos por la captura de Juan García Abrego -que cumple varias cadenas perpetuas en Houston (EEUU)-, recibió una recompensa cercana a los 500.000 dólares del narco Amado Carrillo, el señor de los cielos, a quien se da por muerto. Carrillo agradecía así la retirada de la circulación de García, fuerte competidor en su negocio de contrabando de drogas hacia EE UU.
Del predicamento que disfrutaba Brunt en EE UU dio cuenta en 1996 el periódico norteamericano The Wall Street Journal: "El veterano investigador ha ganado respeto entre las autoridades antidrogas de EE UU, quienes tienen la esperanza de que su equipo sirva como modelo para la policía de México". No cabe duda de que, efectivamente, numerosos agentes siguieron sus pasos.