Un hombre pega a su esposa delante de la policía por haberle denunciado
A la policía de la comisaría de Coslada no le costó mucho constatar la veracidad de la denuncia por malos tratos que acababa de recibir. Francisco Luis B. R., de 36 años, fue detenido en la tarde del miércoles, después de que propinase un contundente puñetazo a su esposa ante los ojos de los agentes.
La mujer había llamado poco antes al 091 para alertar de que su marido la estaba golpeando. Cuando los agentes llegaron a la puerta de la vivienda, la esposa les contó que, además de haber sido agredida, su marido ocupaba ilegalmente el piso, ya que estaban en trámite de separación.
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A la policía de la comisaría de Coslada no le costó mucho constatar la veracidad de la denuncia por malos tratos que acababa de recibir. Francisco Luis B. R., de 36 años, fue detenido en la tarde del miércoles, después de que propinase un contundente puñetazo a su esposa ante los ojos de los agentes.
La mujer había llamado poco antes al 091 para alertar de que su marido la estaba golpeando. Cuando los agentes llegaron a la puerta de la vivienda, la esposa les contó que, además de haber sido agredida, su marido ocupaba ilegalmente el piso, ya que estaban en trámite de separación.
Los agentes entraron en la casa y, siempre según su versión, solicitaron la documentación al hombre. Este se negó con rotundidad. Y sin previo aviso, se lanzó sobre la mujer y le propinó un puñetazo en la cara. La policía, tras reducirle, le detuvo.
En comisaría, el hombre, con cinco antecedentes por robos con fuerza, dos por estafa y uno por daños, solicitó el habeas corpus (procedimiento que obliga a la policía a comunicar inmediatamente al juez la detención para que éste decida sobre el caso). El juez denegó la solicitud y le devolvió a la comisaría de Coslada, donde Francisco se negó a prestar declaración.
La mujer, con una lesión en la cara y hematomas en el resto del cuerpo, recibió las primeras curas en el ambulatorio de Coslada. En su declaración ante la policía recordó que había iniciado los trámites de separación porque su esposo la golpeaba continuamente.
También pidió a los policías que retirasen a Francisco las llaves de la vivienda. Tenía miedo a qué éste pudiese volver.