La Casa Blanca presiona al Congreso para que conceda 2,7 billones más al FMI

La Casa Blanca y representantes del Gobierno de EE UU han elevado sus presiones sobre el Congreso para que apruebe la concesión de 18.000 millones de dólares (unos 2,7 billones de pesetas) adicionales al Fondo Monetario Internacional (FMI), con el objetivo de mejorar los recursos de este organismo para afrontar la crisis asiática. El director del FMI, Michael Camdessus, intervino ayer y afirmó que es "verdaderamente importante" la aprobación de ese dinero adicional.

El portavoz presidencial, Mike McCurry, declaró que la concesión de estos fondos es de "la más alta prioridad", mientr...

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La Casa Blanca y representantes del Gobierno de EE UU han elevado sus presiones sobre el Congreso para que apruebe la concesión de 18.000 millones de dólares (unos 2,7 billones de pesetas) adicionales al Fondo Monetario Internacional (FMI), con el objetivo de mejorar los recursos de este organismo para afrontar la crisis asiática. El director del FMI, Michael Camdessus, intervino ayer y afirmó que es "verdaderamente importante" la aprobación de ese dinero adicional.

El portavoz presidencial, Mike McCurry, declaró que la concesión de estos fondos es de "la más alta prioridad", mientras que el subsecretario del Tesoro, Lawrence Summers, insistió ante el Comité de Finanzas del Senado en la necesidad de modificar el sistema de financiación del FMI. Summers señaló que este organismo necesita ser mejor gobernado" y añadió que hace falta más transparencia en las operaciones que lleva a cabo y que debe informar de sus decisiones si desea mantener la confianza de los inversores y los contribuyentes.

Estas críticas vienen a sumarse a otras expresadas por organizaciones sindicales e incluso por antiguos representantes del Gobierno estadounidense. En un artículo firmado por George Shultz y William Simon, secretarios del Tesoro con las Administraciones de los presidentes Nixon y Ford, y publicado por The Wall Street Journal el pasado martes, se afirmaba que el pueblo mexicano sufrió un declive masivo en su nivel de vida como resultado de la crisis financiera de 1994 y que, "como es típico cuando interviene el FMI, los Gobiernos y los prestamistas fueron salvados, pero no el pueblo". Tras indicar que el organismo es "ineficaz, innecesario y obsoleto", Shultz y Simon abogan por su abolición una vez que haya terminado la crisis asiática.

Summers, por su parte, confirmó que el efecto de esta crisis sobre Estados Unidos será "real" y añadió que si la inestabilidad se extendiera o se intensificara, el riesgo potencial para los empleos, los mercados financieros y la seguridad nacional estadounidense puede ser "grave".

Mientras, los mercados asiáticos se mantuvieron ayer en un ambiente tranquilo, aunque se anotaron resultados dispares. La Bolsa de Taipei subió un 1,79%, Hong Kong un 1,3 5% y Tokio un 0,71 %. Pero Seúl cedió un 0,97% y Yakarta perdió un 1%. La debilidad del dólar estadounidense, por su parte, permitió cierta revalorización del conjunto de las monedas de la zona, con el yen situándose a 123,66 por dólar, frente a 126,10 de la sesión anterior. El ringgit malaisio cerró a 3,96, con una pérdida del 0,65%, pero el balit tailandés ganó un 2,48%, el peso filipino un 0,54% y el dólar de Taiwan un 0,69%.

La rupia indonesia subió un 3,62% a pesar de que ayer el ministro de Empleo, Abdul Latief, anunció que el desempleo se duplicará este año y superará los ocho millones de parados. Este cálculo fue puesto en duda por el dirigente de la Unión Oficial de Sindicatos, Bomer Pasaribu, quien elevó la cifra a 13,5 fflillones, el 15% de la población activa.

La compañía aérea nacional Garuda informó que ha visto reducirse un 20% el número de pasajeros, por lo que dictará una suspensión temporal de empleo que afectará a una cuarta parte de sus 13.000 empleados.

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