Tribuna:

¿Censura?

A finales de noviembre el diario Abc preguntó a cuatro expertos en arte contemporáneo por qué razón el arte español está excluido de los circuitos internacionales. Respondieron dos profesionales de larga trayectoria, María Corral y Carmen Giménez, y dos jóvenes emergentes, Octavio Zaya y Rosa Martínez. Los cuatro coincidían en su pavoroso diagnóstico, pero sólo Rosa Martínez mencionaba el creciente conservadurismo de las actividades del IVAM de Valencia, el Reina Sofía de Madrid y el Macba de Barcelona.En diciembre Juan Manuel Bonet salió en defensa de su museo (el IVAM) y de un proyecto apoya...

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A finales de noviembre el diario Abc preguntó a cuatro expertos en arte contemporáneo por qué razón el arte español está excluido de los circuitos internacionales. Respondieron dos profesionales de larga trayectoria, María Corral y Carmen Giménez, y dos jóvenes emergentes, Octavio Zaya y Rosa Martínez. Los cuatro coincidían en su pavoroso diagnóstico, pero sólo Rosa Martínez mencionaba el creciente conservadurismo de las actividades del IVAM de Valencia, el Reina Sofía de Madrid y el Macba de Barcelona.En diciembre Juan Manuel Bonet salió en defensa de su museo (el IVAM) y de un proyecto apoyado por la derecha en el que no tuvieran cabida ni "fotógrafos truculentos", ni "multiculturalismo", ni otros fenómenos posmodernos. Avanzaba ideas en las que figuraban Manolo Hugué y Brancusi, Man Ray y Kitaj, Caneja y Broto, con lo que en cierto modo daba la razón a los expertos ya que no parece un programa muy arriesgado. También calificaba a Rosa Martínez de "sectaria", "ignorante" y enemiga del PP.

Rosa Martínez quiso ampliar la discusión y un responsable de Abc cultural la invitó a ello. En su artículo comentaba la creciente división entre quienes han asumido la conclusión de las vanguardias y quienes siguen creyendo que lo más vivo del arte actual tiene 80 años. Pero su respuesta nunca se publicó. En Abc adujeron que no aceptaban firmas de segunda fila. Y esto es muy esperanzador porque si hubiera alguna posibilidad de que las artes inquietaran a la gente bien situada, entonces quizá las artes volverían a ser una actividad no sólo ornamental sino también significativa. Lo que eran cuando no trataban de ocupar los museos sino las inteligencias.

No digo que vaya a ser así, sólo digo que sería estupendo si así fuese.

Sobre la firma

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