Un cirujano israeli, acusado de comerciar con órganos humanos

Una serie de trasplantes presuntamente remunerados que llevó a cabo el pasado fin de semana un cirujano israelí en el Hospital Central de Tallin tiene convulsionada a la opinión pública de Estonia. Hace dos semanas, el profesor de cirugía israelí Zaki Shapira llegó con siete pacientes también israelíes, mientras que desde Moscú llegaban otros tantos donantes de riñones, ciudadanos de Moldavia, Rumania y Rusia. Shapira alquiló el quirófano y realizó las intervenciones.Estonia firmó hace un año la convención europea de Derechos Humanos y Ética, que prohíbe el comercio de órganos humanos.

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Una serie de trasplantes presuntamente remunerados que llevó a cabo el pasado fin de semana un cirujano israelí en el Hospital Central de Tallin tiene convulsionada a la opinión pública de Estonia. Hace dos semanas, el profesor de cirugía israelí Zaki Shapira llegó con siete pacientes también israelíes, mientras que desde Moscú llegaban otros tantos donantes de riñones, ciudadanos de Moldavia, Rumania y Rusia. Shapira alquiló el quirófano y realizó las intervenciones.Estonia firmó hace un año la convención europea de Derechos Humanos y Ética, que prohíbe el comercio de órganos humanos.

Para contener ahora las protestas, el director del hospital, Leonard Kukk, asegura que los donantes no vendieron sus riñones a Shapira. Por su parte, el representante de éste afirma que "los donantes actuaron por voluntad propia y altruista". Las autoridades israelíes le han retirado a Shapira la licencia por falta de ética. Antes de Estonia ha realizado operaciones similares en Turquía.

El hospital de Tallin ha visto disminuir el presupuesto de la institución en los últimos años. Este hecho, típico con el capitalismo salvaje que impera en las ex repúblicas soviéticas, le ha impulsado a buscar financiación.

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