El cadáver con la cabeza destrozada hallado en Cerceda corresponde a un pequeño importador iraní de maderas

. La tarde del pasado 29 de diciembre, Moslehi Bahram empresario iraní de 45 años, se despidió de sus compañeros de trabajo y se dirigió a una cita con un amigo. El domingo, a las 16.30, su cadáver fue hallado en una finca de Cerceda (2.423 habitantes), situada en el paraje de El Chaparral. El cuerpo tenía la cabeza destrozada: le habían matado a pedradas.Moslehi, afincado en España desde hace más de cinco años, era propietario, junto a otro socio, de una empresa de importación y exportación de maderas y alimentos. El establecimiento, situado junto a la calle de Alcalá, da empleo, según pe...

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. La tarde del pasado 29 de diciembre, Moslehi Bahram empresario iraní de 45 años, se despidió de sus compañeros de trabajo y se dirigió a una cita con un amigo. El domingo, a las 16.30, su cadáver fue hallado en una finca de Cerceda (2.423 habitantes), situada en el paraje de El Chaparral. El cuerpo tenía la cabeza destrozada: le habían matado a pedradas.Moslehi, afincado en España desde hace más de cinco años, era propietario, junto a otro socio, de una empresa de importación y exportación de maderas y alimentos. El establecimiento, situado junto a la calle de Alcalá, da empleo, según personas próximas al fallecido, a unas cuatro personas.

El pasado 29 de diciembre, tras acabar su jornada, Moslehi se despidió de su socio, al que pidió que llevase a casa a un empleado, y se dirigió a una cita "con un amigo". Luego se marchó con su furgoneta Mercedes.Nunca más le volvieron a ver.

Su esposa denunció el 31 de diciembre su desaparición en la comisaría de Fuencarral. Las primeras pesquisas policiales dieron como fruto la recuperación de sufurgoneta en Collado. Esa fue la última pista sobre su paradero, hasta que, el domingo pasado, un grupo de excursionistas que paseaban por Cerceda descubrió el cuerpo bajo un árbol, oculto en unos matorrales.

Los primeros indicios apuntan a que el asesino machacó con una piedra la cabeza de Moslehi y que luego arrojó el cuerpo al agua, por lo menos hasta las rodillas. El fallecido, al ser descubierto, vestía cazadora gris, camisa a rayas blancas y azules, pantalón azul y camiseta de tirantes. No llevaba zapatos, ni éstos fueron encontrados en las inmediaciones. La autopsia ha revelado que Moslehi pudo ser asesinado cuatro horas antes del hallazgo delcadáver. Este dato, aún sin confirmar, abre el interrogante sobre su paradero en las tres últimas semanas. El caso ha recaído en el Grupo de Homicidios de la Policía Judicial de la Guardia Civil."Moslehi no había sido amenazado, ni jamás había tenido problemas, sólo se dedicaba a trabajar", señaló una amiga próxima a la familia.

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