Cartas al director

Agradecimiento

Nuestra madre ha permanecido diez semanas en el ala sur, planta sexta, del hospital Clínico de San Carlos. Ingresó con un infarto cerebral, una hemiplejía, una diabetes inestable y 85 años de edad. No sabemos cuánto le queda por vivir. Sí sabemos que ya viven en nuestra memoria la competencia profesional, la abnegación y la generosidad de los médicos, las enfermeras, los celadores, los especialistas en rehabilitación... todos cuantos han atendido a nuestra madre como si fuera la suya. Hemos comprobado que la ocupación de curar, atender y consolar a esos seres indefensos que llamamos enfermos e...

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Nuestra madre ha permanecido diez semanas en el ala sur, planta sexta, del hospital Clínico de San Carlos. Ingresó con un infarto cerebral, una hemiplejía, una diabetes inestable y 85 años de edad. No sabemos cuánto le queda por vivir. Sí sabemos que ya viven en nuestra memoria la competencia profesional, la abnegación y la generosidad de los médicos, las enfermeras, los celadores, los especialistas en rehabilitación... todos cuantos han atendido a nuestra madre como si fuera la suya. Hemos comprobado que la ocupación de curar, atender y consolar a esos seres indefensos que llamamos enfermos es, en efecto, una de las profesiones más hermosas del mundo. Muchísimas gracias.-Manuel, José Luis, Ignacio, Julio y Félix Grande.

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