La Liga argentina restará puntos a los clubes que causen actos violentos

El riesgo de que la violencia sistemática afecte gravemente al negocio, obligó al fin a la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) a estudiar un proyecto de reforma al Reglamento de Transgresiones y Penas. El presidente de la AFA, Julio Grondona, propone un régimen de amonestaciones para los clubes a los que representan las temibles barras bravas. Cuando alguno o varios de sus integrantes sean responsables de agresiones a. jugadores, a colegiados, o de provocar tumultos para poder atacar a otros espectadores, el club con el que se identifican será amonestado por el Tribunal de Disciplina ...

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El riesgo de que la violencia sistemática afecte gravemente al negocio, obligó al fin a la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) a estudiar un proyecto de reforma al Reglamento de Transgresiones y Penas. El presidente de la AFA, Julio Grondona, propone un régimen de amonestaciones para los clubes a los que representan las temibles barras bravas. Cuando alguno o varios de sus integrantes sean responsables de agresiones a. jugadores, a colegiados, o de provocar tumultos para poder atacar a otros espectadores, el club con el que se identifican será amonestado por el Tribunal de Disciplina de la AFA. Cuando los clubes sumen 12 amonestaciones se les suspenderá la afiliación por tres días, el tiempo suficiente para que los equipos pierdan los tres puntos en, disputa de una jornada.En realidad, el proyecto retoma las condenas que se aplicaban hasta fines de 1992 y que consistían en quitarle los puntos al final del torneo al equipo cuyos aficionados hubieran sido juzgados como responsables directos de actos de violencia. Los directivos de los clubes admiten que "algo hay que hacer", pero creen que "la suma de amonestaciones puede alentar a los fanáticos de otros equipos a infiltrarse entre las hinchadas de los clubes a los que quieren perjudicar".

La historia demuestra que la represión y los castigos no han servido para prevenir ni calmar la ferocidad de las barras. La policía reconoce que no puede garantizar la seguridad del público si se mantiene la complicidad de los directivos con los líderes de las fuerzas de choque, que son protegidos porque les utilizan para intimidar a los entrenadores o jugadores de los clubes que se niegan a renunciar o reclaman mejores condiciones en sus contratos.

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