La fuerza del voto latino en EE UU impone una amnistía para los ilegales
Los cientos de miles de inmigrantes de Estados Unidos, muchos de ellos hispanos, a los que una compleja serie de leyes obligaba a abandonar el país este otoño, van a poder quedarse. Los republicanos, mayoritarios en el Congreso, han terminado por darse cuenta de que algunas de las medidas que había promovido son demasiado duras y además, les crean una imagen negativa entre los hispanos, el 10% de la población. Republicanos demócratas han alcanzado un acuerdo para aprobar una especie de amnistía encubierta.Los refugiados de las guerra libradas en Centroamérica en lo años ochenta obtendrán de mo...
Los cientos de miles de inmigrantes de Estados Unidos, muchos de ellos hispanos, a los que una compleja serie de leyes obligaba a abandonar el país este otoño, van a poder quedarse. Los republicanos, mayoritarios en el Congreso, han terminado por darse cuenta de que algunas de las medidas que había promovido son demasiado duras y además, les crean una imagen negativa entre los hispanos, el 10% de la población. Republicanos demócratas han alcanzado un acuerdo para aprobar una especie de amnistía encubierta.Los refugiados de las guerra libradas en Centroamérica en lo años ochenta obtendrán de modo automático el permiso de residencia permanente, según el acuerdo alcanzado por los republicanos y los demócratas que hoy será sometido a, votación parlamentaria.
Uno de los grupos beneficiados es el de los 150.000 nicaragüenses que fueron acogidos en la época en que Ronald Reagan combatía el sandinismo, pero a los que ahora se quería obligar, a regresar a su país de origen, perdiendo trabajos, estudios y tratamientos médicos. Unos 200.000 salvadoreños, 50.000 guatemaltecos y 5.000 cubanos están en el mismo caso.
Otro importante contingente de inmigrantes -los 600.000 ¡legales en EE UU que entraron con visados en regla que ya caducaron y ahora están tramitando la actualización de sus papeles- también resultan beneficiados del espíritu de amnistía aceptado por los republicanos.
La nueva actitud de los republicanos, subrayaba ayer The New York Times, viene motivada por la enorme impopularidad que su dureza con los inmigrantes les ha causado entre las fuertes comunidades hispanas de Florida y California. Trent Lot y Newt Gingrich, los líderes parlamentarios republicanos, han hecho sus cuentas y han llegado a la conclusión de que, si quieren ganar las legislativas de 1998 y las presidenciales del año 2000, es peligroso enajenarse la simpatía de un 10% de la población. Los congresistas hispanos, demócratas en su mayoría, han luchado para que el Legislativo rectifique unas decisiones que obligaban a salir de EE UU a cientos de miles de inmigrantes que trabajan, tienen familias y respetan las leyes del país.