Debates sobre la inteligencia
Los debates sobre "inteligencia" y grupos humanos suelen "concitar todo tipo de emociones",como bien dice Rocío Fernández-Ballesteros (Lo 'políticaniente incorrecto' o la 'nueva Inquisición', EL PAÍS, 30 de octubre). De los muchos temas que esas emociones confunden quisiera extraer dos, fundamentales a mi juicio y que no suelen aparecer destacados en ellos. Uno: ¿a quién que no sea racista le puede interesar si la raza X es más o menos inteligente (o astuta o ambiciosa o locuaz) que la Y? Si ninguna apreciación sobre el conjunto de un grupo autoriza estadísticamente...
Los debates sobre "inteligencia" y grupos humanos suelen "concitar todo tipo de emociones",como bien dice Rocío Fernández-Ballesteros (Lo 'políticaniente incorrecto' o la 'nueva Inquisición', EL PAÍS, 30 de octubre). De los muchos temas que esas emociones confunden quisiera extraer dos, fundamentales a mi juicio y que no suelen aparecer destacados en ellos. Uno: ¿a quién que no sea racista le puede interesar si la raza X es más o menos inteligente (o astuta o ambiciosa o locuaz) que la Y? Si ninguna apreciación sobre el conjunto de un grupo autoriza estadísticamente a decir absolutamente nada sobre ninguno de sus miembros en particular, ¿qué medidas justas se pueden tomar en función de esas averiguaciones? Dicho de otro modo: ¿para qué se estudian semejantes cosas si uno no es racista? ¿Qué pensarían ustedes de un proyecto de estudio comparando la inteligencia de los riojanos y los cántabros, o los narigudos y los chatos? Pues eso.Dos: la palabra ciencia es casi exclusivamente honorífica; no obstante, de ella se pueden decir un par de cosas. Y una es que no hay ciencia de aquello que designan las palabras en su Uso común. De manera que, por ejemplo, no la hay de la carne y el pescado, sino de otras cosas que establece la biología, igual que no entiende la física de la physis, la naturaleza, sino de otras entidades como la masa que apenas tienen que ver con el sentido común. Por eso (aunque no sólo por eso), los psicólogos no tienen mucha más idea que ustedes y que yo de lo que es inteligencia, en nuestro sentido habitual, y menos de lo que es ser "blanco" o negro o, como los españoles según H. G. Wells, "blanco sucio".
Ayudaría a que entendiéramos sus propuestas el que quienes deseen seguir tratando de estas cuestiones (por razones que se me escapan) hicieran como los
físicos o los biólogos: evitar escrupulosamente cualquier parecido con la terminología de andar por casa. Eso nos haría apreciarlos como científicos en la medida exacta en que pudiéramos apreciar el rendimiento explicativo de los conceptos que propusieran, esto es, con la vara de medir que aplicamos a los representantes de una disciplina consolidada y no ideológica.- Profesor titular de Lingüística General de la Universidad Autónoma de Madrid.