La salud mental de los jóvenes y niños

Expuestos así a la intemperie de nuestras ciudades un tanto selváticas, pocos ciudadanos escapan a lo largo de su ciclo vital a la eventualidad de la depresión, la ansiedad, alguna de las múltiples formas de dependencia, huida o refugio fatalista en el alcohol, cocaína, heroína; o de la compulsión al juego, al dinero o a la violencia; cuando no a la particular huelga de hambre de la anoréxica, como nueva ascesis en pos de un sesgado ideal de imagen corporal, renuncia a otros valores mundanos y desafío, autodestructivo, al mundo inconsistente de los mayores.Entre las poblaciones más vulnerables...

Expuestos así a la intemperie de nuestras ciudades un tanto selváticas, pocos ciudadanos escapan a lo largo de su ciclo vital a la eventualidad de la depresión, la ansiedad, alguna de las múltiples formas de dependencia, huida o refugio fatalista en el alcohol, cocaína, heroína; o de la compulsión al juego, al dinero o a la violencia; cuando no a la particular huelga de hambre de la anoréxica, como nueva ascesis en pos de un sesgado ideal de imagen corporal, renuncia a otros valores mundanos y desafío, autodestructivo, al mundo inconsistente de los mayores.Entre las poblaciones más vulnerables están los niños y adolescentes. Los problemas de salud mental en estas edades están creciendo de forma alarmante, tanto en los países ricos como en los más pobres. Las depresiones, los trastornos de conducta y diversas formas de delincuencia se presentan cada vez en edades más tempranas. Los niños son objeto frecuente de explotación y abuso, son víctimas de malos tratos o de exigencias desmedidas, y son especialmente vulnerables a los efectos de las guerras, los conflictos sociales, la pobreza. El suicidio es una de las principales causas de muerte entre los adolescentes.

Y, sin embargo, los programas de salud mental para niños y adolescentes suelen estar muy escasamente desarrollados. En nuestro país, la atención a la salud mental infanto-juvenil está padeciendo los efectos del estancamiento del desarrollo de planes de salud mental, iniciado a raíz de la promulgación de la LGS en 1986, de modo que en la mayoría de las comunidades autónomas estos programas tienen una precaria implantación.

De ahí la oportunidad del lema que la FMSM ha propuesto para este año con motivo del Día Mundial de la Salud Mental, que se celebró el 10 de octubre: "¡Los niños también tienen necesidades de salud mental!". Dispongámonos a reconocer y atender esas necesidades. En ello nos va no solamente el futuro de las próximas generaciones, sino una buena dosis de nuestra propia dignidad colectiva.- Psiquiatra y presidente de la Asociación Española de Neuropsiquiatría (AEN).