Indignante

Indignante para cualquier madrileño aficionado a la ópera fue ver al desalcalde de Madrid, señor Álvarez del Manzano, en la reapertura del Teatro Real dando la bienvenida a los Reyes, como si él fuese alguien en ese teatro, cuando en su día le negó el pan y la sal en forma de subvención, alegando que el Real no era cosa de los madrileños sino de toda España y el Ayuntamiento no tenía por qué dar dinero. Váyase, señor alcalde, si no de Madrid, porque eso lo tienen que decidir los votos, al menos de un lugar donde no ha pagó entrada.-...

Indignante para cualquier madrileño aficionado a la ópera fue ver al desalcalde de Madrid, señor Álvarez del Manzano, en la reapertura del Teatro Real dando la bienvenida a los Reyes, como si él fuese alguien en ese teatro, cuando en su día le negó el pan y la sal en forma de subvención, alegando que el Real no era cosa de los madrileños sino de toda España y el Ayuntamiento no tenía por qué dar dinero. Váyase, señor alcalde, si no de Madrid, porque eso lo tienen que decidir los votos, al menos de un lugar donde no ha pagó entrada.-