Una enorme enorme humareda envuelve a 20 millones de personas en Borneo y Sumatra

Los incendios forestales provocan el cierre de aeropuertos y escuelas en Malaisia

Marcharse, sí; pero ¿adónde? Los 400.000 habitantes de Kuching, en Malaisia, se sienten cercados en medio de una densidad de humo que no permite ver más allá de lo que alcanza un brazo extendido. Multitud de incendios -causados por los agricultores para arrebatar terreno fértil a la selva- se propagan incontrolados por varias zonas de las islas de Borneo y Sumatra (en Indonesia) y afectan a más de 20 millones de personas.

La humareda se veía ayer desde Brunei, Indonesia y las islas Filipinas. En este último país se temía incluso que la humareda llegue en los próximos días, a tenor de l...

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Marcharse, sí; pero ¿adónde? Los 400.000 habitantes de Kuching, en Malaisia, se sienten cercados en medio de una densidad de humo que no permite ver más allá de lo que alcanza un brazo extendido. Multitud de incendios -causados por los agricultores para arrebatar terreno fértil a la selva- se propagan incontrolados por varias zonas de las islas de Borneo y Sumatra (en Indonesia) y afectan a más de 20 millones de personas.

La humareda se veía ayer desde Brunei, Indonesia y las islas Filipinas. En este último país se temía incluso que la humareda llegue en los próximos días, a tenor de las previsiones de los servicios meteorológicos sobre la dirección de los vientos.Las autoridades de Malaisia (Estado federal que ocupa la península de Malaca y se reparte con Indonesia la isla de Borneo) han recomendado a la población de las zonas afectadas que permanezca en sus casas. La visibilidad en los aeropuertos era imposible ayer para el tráfico de aviones (no superaba los 200 metros), y por tanto permanecían cerrados los de Kuching (una gran capital comercial en el Estado de Sarawak), Miri, Sibu y Bintulu. Tampoco estaban abiertos los bancos y las escuelas. Los hospitales y comercios, por su parte, funcionaban al ralentí.

El martes pasado, la población se volcó en los supermercados para aprovisionarse de agua mineral, después de que un periódico local, el Star, hubiera anunciado la posibilidad de un racionamiento de agua potable.

El primer ministro, Mohathir Mohamad, declaró el estado de emergencia el pasado viernes cuando la contaminación alcanzó el índice 500. Un punto por encima se considera extremadamente peligroso. Pero ayer, entre las tres de la madrugada y las once de la mañana, se disparó el índice al 839. No se puede conducir, no se ven las luces de los faros en las calles. Pocos se atreven a salir de sus casas.

"Si la situación empeora tendremos que pensar en la evacuación", ha declarado el ministro de Información malaisio, Mohamed Rahmat, tras señalar que la contaminación atmosférica afecta a los ojos, piel y sistema respiratorio de 20 millones de personas, dos millones de las cuales corren graves riesgos. 5.000 malaisios han recibido atención hospitalaria, y 21 niños se encontraban ingresados ayer.En Kuala Lumpur, la capital de Malaisia (en la parte peninsular), se registró ayer martes un nivel de contaminación 164, lo que supuso un descenso notable desde los 260 registrados la víspera. Esa disminución se produjo gracias a un fuerte viento que disipó parcialmente el humo.

. El número de personas que llevan máscaras de protección aumenta a medida que la contaminación se extiende por toda Malaisia, Singapur, Indonesia, Brunei e incluso las islas Filipinas. K. C. Jong, directivo de la Cámara de Comercio informó de que muchos de sus 3.000 asociados han tenido que cerrar las plantas de procesar alimentos, lo que les causará grandes pérdidas. El pasado lunes, Malaisia propuso una operación conjunta con Indonesia para que 2.000 bomberos se sumen a la lucha contra los incendios, que ya han destruido varios cientos de miles de hectáreas en el Estado de Kalimantán (Borneo). En algunas zonas los vientos han desplazado la contaminación, pero azuzan el fuego.

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