Profanan la tumba de Joan Fuster, el padre del nacionalismo valenciano

La tumba de la Figura más representativa del nacionalismo valenciano, el escritor y ensayista Joan Fuster (Sueca, 1922-1992), fue profanada en la madrugada del pasado sábado. Unos asaltantes, que penetraron en el cementerio de la localidad valenciana de Sueca mientras los vecinos celebraban las fiestas locales, dedicadas este año a Fuster en el 75º aniversario de su nacimiento, quitaron la lápida y al no poder extraer el ataúd abrieron un agujero por el que arrancaron la senyera, la bandera de la Comunidad Valenciana, que cubría el féretro, dejándola tirada en el suelo. Los asaltantes profanar...

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La tumba de la Figura más representativa del nacionalismo valenciano, el escritor y ensayista Joan Fuster (Sueca, 1922-1992), fue profanada en la madrugada del pasado sábado. Unos asaltantes, que penetraron en el cementerio de la localidad valenciana de Sueca mientras los vecinos celebraban las fiestas locales, dedicadas este año a Fuster en el 75º aniversario de su nacimiento, quitaron la lápida y al no poder extraer el ataúd abrieron un agujero por el que arrancaron la senyera, la bandera de la Comunidad Valenciana, que cubría el féretro, dejándola tirada en el suelo. Los asaltantes profanaron otras cinco tumbas.Joan Fuster fue el primer pensador que reflexionó durante la época más dura del franquismo sobre la identidad histórica y cultural del País Valenciano. Tras la Guerra Civil fue el ensayista más significativo de todas las comunidades de habla catalana. Fuster denunció la despersonalización del pueblo valenciano desde la Guerra de Sucesión y defendió la identidad lingüística, histórica y cultural que une a catalanes, baleares y valencianos. Satanizado por los regionalistas que propugnan el secesionismo lingüísticó, Fuster sobrevivió a un atentado con bomba el 11 de septiembre de 1981 y su estatua, en Sueca, ha sufrido repetidos ataques.

Portavoces de todas las fuerzas políticas de Sueca y de la Comunidad Valenciana y responsables de instituciones culturales de esta comunidad condenaron unánimemente el asalto. El alcalde de Sueca, el socialista Salvador Gil, cree que se trata de un ataque político de sectores anticatalanistas. "Son los herederos de los que le pusieron la bomba", dijo indignado. La Policía Judicial, que ayer inició la investigación de los hechos, sospecha que se trata de un acto de vandalismo sin connotaciones políticas -la bandera no fue quemada ni había pintadas ofensivas- o de un intento de robo.

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