Cartas al director

Robo tras el accidente

El día 3 de julio de 1997, a las 11.45, mis padres sufrieron un accidente de circulación en la carretera M-40 de Madrid. Se encontraban parados en una zona rayada de no circulación y mientras estaban preguntando una dirección, un camión colisionó fuertemente contra el vehículo que lo precedía lanzándolo sobre el coche de mis padres, que se encontraban de pie detrás de su automóvil.Mi padre, Lino Mañes Miralles, de 71 años, natural de Torreblanca (Castellón), falleció; y a mi madre, Isolina Rodríguez Crende, de 61 años, natural de Villarmao (Lugo), le han tenido que amputar las dos piernas a la...

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El día 3 de julio de 1997, a las 11.45, mis padres sufrieron un accidente de circulación en la carretera M-40 de Madrid. Se encontraban parados en una zona rayada de no circulación y mientras estaban preguntando una dirección, un camión colisionó fuertemente contra el vehículo que lo precedía lanzándolo sobre el coche de mis padres, que se encontraban de pie detrás de su automóvil.Mi padre, Lino Mañes Miralles, de 71 años, natural de Torreblanca (Castellón), falleció; y a mi madre, Isolina Rodríguez Crende, de 61 años, natural de Villarmao (Lugo), le han tenido que amputar las dos piernas a la altura de la rodilla y todavía se encuentra ingresada.

Escribo esta carta no para hacerles partícipes de mi tristeza y desolación, sino para expresar mi indignación, ya que mi padre fue trasladado en helicóptero al hospital Doce de Octubre de Madrid y cuando fui a buscar sus objetos personales me dijo la supervisora de la planta de urgencias que llegó desnudo, sólo con el pantalón roto, cuando en el vídeo de que disponemos se puede observar que iba vestido. Así pues, desapareció toda su ropa, objetos personales y 95.000 pesetas que llevaba en efectivo.

Mi madre fue trasladada al hospital Puerta de Hierro de Madrid, donde entró vestida, pero no quisieron devolverle la ropa, ya que la habían desechado por motivos de la urgencia.

No pretendo acusar a nadie, sólo quiero proclamar mi frustración y estupor al ver la falta de humanidad de algunos ciudadanos que aprovechan la desgracia de otros para enriquecerse o apropiarse de algún objeto ajeno- .

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