Hezbolá ataca con cohetes Katiusha el norte de Israel y Netanyahu amenaza con represalias

"Si no hay tranquilidad en este lado de la frontera tampoco la habrá en el otro", advirtió ayer el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en Kiriat Shemoná (al norte de Galilea), pocas horas después de que estallaran en la zona medio centenar de Katiushas lanzados por los guerrilleros shiíes de Hezbolá. La milicia respondía así al bombardeo del día anterior sobre Sidón, del que responsabiliza a Israel, ya que partió de la franja que ese país ocupa desde 1978 en el sur de Líbano. Netayagu aseguró que la respuesta de su Ejército será "un mensaje claro a Hezbola".

Kiriat Shemoná y Na...

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"Si no hay tranquilidad en este lado de la frontera tampoco la habrá en el otro", advirtió ayer el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en Kiriat Shemoná (al norte de Galilea), pocas horas después de que estallaran en la zona medio centenar de Katiushas lanzados por los guerrilleros shiíes de Hezbolá. La milicia respondía así al bombardeo del día anterior sobre Sidón, del que responsabiliza a Israel, ya que partió de la franja que ese país ocupa desde 1978 en el sur de Líbano. Netayagu aseguró que la respuesta de su Ejército será "un mensaje claro a Hezbola".

Kiriat Shemoná y Nahariye, distantes unos 150 kilómetros entre sí, fueron las ciudades más afectadas por los cohetes, que causaron tres heridos y numerosos daños materiales. Miles de libaneses, al norte de la frontera, y turistas en Galilea, al sur, abandonaron las zonas por temor a un recrudecimiento de las hostilidades. Mientras tanto, en Sidón (sur de Líbano) se vivió una jornada de huelga general y luto por las víctimas del bombardeo del lunes. El ataque a objetivos civiles demuestra una vez más la inoperatividad del Comité de Vigilancia del Alto el Fuego, formado por Líbano, Israel, Siria, Francia y EE UU tras la tregua aceptada en abril de 1996. El comité, que se reunirá hoy para examinar las quejas libanesas, se limita habitualmente a condenar la violencia y carece de capacidad para tomar medidas coercitivas. El primer ministro libanés, Rafic Hariri, volvió a pedir ayer la retirada total de Israel de suelo libanés.

El titular israelí de Defensa y el jefe de los servicios secretos militares, Isaac Mordejai y Moshé Yaalon, respectivamente, evaluaron como "muy grave" la violación de la tregua. Yaalon destacó que, por primera vez, la artillería de las fuerzas regulares libanesas abrió fuego contra posiciones terrestres de los israelíes. Hasta la fecha sólo se activaban las unidades libanesas de defensa antiaérea. Yaalon también abrió una investigación sobre los cambios estratégicos de la guerrilla. Los últimos ataques con cohetes, contra dos ciudades muy distantes entre sí, demuestran una mayor capacidad técnica y armamentística de Hezbolá.

El portavoz de esta organización en Beirut, Ibrahim Musawi, se responsabilizó de los ataques y reconoció que "por primera vez [su formación] ha violado el acuerdo de alto el fuego contra civiles". Afirmó, sin embargo, que el Ejército israelí y. su milicia aliada, el Ejército del Sur de Líbano (ESL), "no lo han respetado en 50 ocasiones durante los últimos 16 meses".

Netanyaliu hizo, además, un llamamiento a Siria, el otro actor extranjero en Líbano, para que acabe con los ataques de Hezbolá: "Siria puede frenar estos ataques. Debe entender que también va en su interés.Estamos. en contacto con Estados Unidos, que ya se ha puesto en contacto con Damasco". Aun así, el deseo de no aumentar más la tensión pareció trascender de las palabras del responsable del espionaje militar."Hezbolá ha actuado independientemente de Siria, que, por su parte, no ha intervenido", manifestó Yaalon.

Siria mantiene en Líbano una fuerza de 35.000 soldados, sobre todo en el valle oriental de la Bekaa, donde Hezbolá que lidera la reistencia contra la ocupación israelí de una franja de 1.100 kilómetros cuadrados al sur de Líbano- tiene varias bases militares. Ambos países firmaron en 1990 un acuerdo de fraternidad, amistad y cooperación, y mantienen una política común respecto al proceso de paz con Israel.Por otra parte, Amnistía Internacional (Al) pidió ayer a Netanyahu que utilice su influencia ante el ESL para que libere a cinco libaneses que corren el riesgo de ser torturados, en especial una joven de 17 años. Según el comunicado de Al distribuido en Beirut, los cinco libaneses fueron detenidos el mes pasado por milicianos del ESL en la zona bajo ocupación israelí. Sus parientes, a los que no se permite recurrir a un abogado, tampoco han podido visitarles. Un total de 130 libaneses se encuentran detenidos sin juicio en la cárcel de Jiam, bajo control del ESL, y otros 52 en territorio israelí. La mayoría están acusados de colaborar con la resistencia.

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