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No se conforme con la insulsa zanja que se excava cerca de su casa. Madrid, en medio del trasiego de tanta obra, ofrece oportunidades únicas para curiosear, hacer amigos en la misma valla y analizar los últimos adelantos en materia de grandes construcciones. Los que disfrutan estando al tanto de lo que se hace en la calle están de suerte este verano. Pero hay que saber elegir. Lo que sigue es un recorrido por algunas de las más espectaculares y más confortables obras -desde el punto de vista del espectador- que se construyen en la ciudad, algunas de las cuales estarán terminadas en septiembre:...

No se conforme con la insulsa zanja que se excava cerca de su casa. Madrid, en medio del trasiego de tanta obra, ofrece oportunidades únicas para curiosear, hacer amigos en la misma valla y analizar los últimos adelantos en materia de grandes construcciones. Los que disfrutan estando al tanto de lo que se hace en la calle están de suerte este verano. Pero hay que saber elegir. Lo que sigue es un recorrido por algunas de las más espectaculares y más confortables obras -desde el punto de vista del espectador- que se construyen en la ciudad, algunas de las cuales estarán terminadas en septiembre:- Plaza de Oriente. La obra emblemática del alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, llega a su fase final. A esta operación, casi terminada, le falta ultimar el túnel que pasa por la calle de Bailén. Además de pasear por la zona ya acabada, se pueden observar los trabajos que se llevan a cabo a la salida y a la entrada del túnel. Y enterarse antes que nadie de por dónde van a salir y entrar los coches. La visibilidad es buena, aunque el tráfico y la altura de las vallas pueden poner algún problema. Algunos datos: esta reforma ha costado alrededor de 4.000 millones y a principios de octubre estará completamente terminada.

- Puente de Ventas. El cazador de buenas obras no puede pasarse sin visitar el estado actual del Puente de Ventas. El proyecto es atrevido: sustituir el viejo puente por otro de nueva factura sin que el tráfico que cruza por ahí o por debajo -la M-30- se detenga. El curioso observará, cómodamente sentado desde un parquecito cercano, cómo los obreros de Dragados trocean las antiguas rampas de acceso con una máquina de similar aspecto a las que emplean los carniceros para cortar. en rodajas el jamón serrano, aunque mucho más grande. Después, otra máquina se lleva las planchas y las carga a un camión. Esta fase durará unos dos meses. Los espectadores contemplarán luego cómo la parte central del puente desaparece, quedando sólo en pie los carriles laterales para que pasen los coches. La obra mantendrá ocupados a los trabajadores -y a los observadores- un año entero. Es el plazo que se ha dado la empresa. Cuando todo esté terminado, la M-30 habrá ganado dos carriles, y el puente, una distribución del tráfico más racional y un elegante arco que lo corone. El presupuesto asciende a 2.43 millones de pesetas.

- Ríos Rosas. La calle de Ríos Rosas es, hoy por hoy, un paraíso del espectador de obras. Completamente cortada, los trabajadores construyen ahí un aparcamiento y la entrada de un túnel. Durante este mes, los curiosos, desde una distancia que no excederá en ningún caso de los tres metros, mejoraran sus conocimientos sobre las pilotadoras, máquinas con forma de sacacorchos gigantes que penetran en la tierra extrayendo verdaderas columnas de arena, para dejar espacio e inyectar en el agujero el hormigón que conformará las columnas que sustentarán el techo del túnel. Esta operación durará aproximadamente un mes. Si el visitante se aburre de las pilotadoras, puede darse una vuelta por la zona, ya que encontrará alicientes: el túnel que se construye ahí irá desde Ríos Rosas hasta Islas Filipinas. En total, 626 metros. Además, se construyen cinco aparcamientos subterráneos. El presupuesto total, unos 2.000 millones. Para evitar una insolación, se pueden visitar las obras por la noche, pero hay que saber que las máquinas de gran calibre no funcionan y hay que conformarse con faenas nocturnas de poco fuste.

- Vista Alegre. Sobre la antigua plaza de toros de Vista Alegre, más conocida como La Chata, se erige un nuevo coso cubierto. Las previsiones apuntan que estará terminada a finales de octubre. Además, el Conjunto contará con un centro comercial y dos bloques de viviendas. Pero el aficionado a los grandes trabajos, a día de hoy, sólo ve un agujero de grandes dimensiones que servirá de base para todo ello. Eso sí, apoyado en la valla protectora, aunque desde lejos y al sol, si se observa cuidadosamente, se ven en el mismo agujero distintos pisos que corresponden a distintas fases o estratos de la obra.

- Aparcamiento en Goya. El Corte Inglés construye en la calle de Goya la ampliación del aparcamiento subterráneo que actualmente explota. Serán 1.100 plazas de aparcamiento y un muelle de carga. El amigo de las obras disfrutará de la visita porque el puente que los grandes almacenes han construido para salvar la calle de Goya proporciona una visión amplia y completa de los trabajos. Eso sí: lo que se gana en comodidad y perspectiva (desde el puente se ve toda la calle, actualmente cortada al tráfico) se pierde en vistosidad: ni las máquinas empleadas ni el objetivo final son espectaculares.

- Otras. Buena parte de Lavapiés está levantado, así como la calle Mayor y la de Fuencarral. Pero, por ahora, estas obras no pasan de ser una variante elaborada de la de la zanja común. Hasta dentro de unos meses, fecha en que se empezarán a pintar casas, no merecen la pena. Bajo tierra hay actualmente tuneladoras excavando kilómetros de metropolitano, pero son inaccesibles al visitante común. Queda la operación asfalto, entretenida a su modo: intervienen varias máquinas, la que ralla, la que echa alquitrán y la que apisona. Si alguien quiere disfrutar la mañana de hoy con esta simpática y voluble operación (cada día actúa en un lugar), debe acudir a la calle López de Hoyos, entre Cartagena y Santa Hortensia, en el distrito de Chamartín.