El señor cura hizo limpieza
Alboroto en Estremera por el hallazgo en un contenedor de expedientes matrimoniales
El día que el cura párroco de Nuestra Señora de los Remedios hizo limpieza en sus aposentos, el revuelo de expedientes matrimoniales sacudió hasta el último feligrés de Estremera (1.100 habitantes). Quería el probo sacerdote José Antonio Fortea Cucurul deshacerse de varias decenas de polvorientos expedientes matrimoniales que le incordiaban en el archivo, y lo hizo de la manera más expeditiva: virtiéndolos directamente en un contenedor, al alcance de cualquier mirada indiscreta. A lo que parece, la hubo: los papelorios han dado la vuelta al pueblo y le han valido al páter acusaciones de...
El día que el cura párroco de Nuestra Señora de los Remedios hizo limpieza en sus aposentos, el revuelo de expedientes matrimoniales sacudió hasta el último feligrés de Estremera (1.100 habitantes). Quería el probo sacerdote José Antonio Fortea Cucurul deshacerse de varias decenas de polvorientos expedientes matrimoniales que le incordiaban en el archivo, y lo hizo de la manera más expeditiva: virtiéndolos directamente en un contenedor, al alcance de cualquier mirada indiscreta. A lo que parece, la hubo: los papelorios han dado la vuelta al pueblo y le han valido al páter acusaciones de poco celo con el patrimonio histórico del pueblo.Fortea lo explica: "En vez de meterlos en una bolsa, los papeles se me desparramaron y han debido caer en manos de una persona que me tiene bastante manía, porque ya sabe usted que los párrocos tenemos detractores". Los expedientes, de unos 30 años de antigüedad, ya habían sido pasados a limpio a los libros parroquiales.