Cartas al director

Conductores irresponsables

El 25 de junio pasado abro el periódico por la sección Cartas al director y ¿qué es lo que encuentro? La carta de un lector que, pobre, lo único que recibe de la Policía Municipal son multas. Un día tuvo que ir a recoger el coche al depósito del Ayuntamiento porque se lo había llevado la grúa. ¡Habráse visto! Pero eso no es lo peor. Lo peor es que un buen día le sancionaron por hablar a través de su teléfono móvil mientras iba conduciendo. Desde luego, cuando la policía se pone en plan nazi...En serio, a los conductores como este buen señor se les debería retirar el carné de cond...

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El 25 de junio pasado abro el periódico por la sección Cartas al director y ¿qué es lo que encuentro? La carta de un lector que, pobre, lo único que recibe de la Policía Municipal son multas. Un día tuvo que ir a recoger el coche al depósito del Ayuntamiento porque se lo había llevado la grúa. ¡Habráse visto! Pero eso no es lo peor. Lo peor es que un buen día le sancionaron por hablar a través de su teléfono móvil mientras iba conduciendo. Desde luego, cuando la policía se pone en plan nazi...En serio, a los conductores como este buen señor se les debería retirar el carné de conducir y castigarles con un mes de desplazamientos en la ENIT, amén de obligarles a pagar las multas (que, por cierto, tengo la impresión de que no paga ni dios).

Tengo la suerte de no vivir en Madrid, pero cuando voy a la ciudad con el coche vuelvo a casa atacado de los nervios por culpa de esos conductores con grandes coches de importación que aparcan donde les viene en gana, dejan el vehículo en doble fila mientras se toman unas cañas y hablan por teléfono mientras conducen por la Gran Vía a 90 por hora. Se creen que las calles son suyas y te muestran el dedo con sorna cuando les tocas el claxon. Adelantan por la derecha y pasan olímpicamente de los semáforos. Podría tirarme la tarde entera cantando las excelencias de estos conductores babosos y prepotentes, pero creo que ya queda claro adónde quiero ir a parar.

Este señor al que aludo dice, el pobrecillo, que se va a tener que ir fuera de Madrid. Pues que se vaya, que se vaya. Lo que sobra en Madrid, y en cualquier ciudad grande, son conductores como él.-

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