El patriarca de la Iglesia ortodoxa rusa compara al catolicismo con la OTAN

El presidente ruso, Borís Yeltsin, y el patriarca de la Iglesia ortodoxa de Rusia, Alejo II, polemizaron ayer, separados por casi 2.000 kilómetros, en torno a la ley sobre las religiones, aprobada en Junio por el Parlamento y vetada esta semana por el jefe del Estado. Yeltsin consagró la primera parte de su mensaje radiofónico a explicar las razones que tuvo para rechazar la ley, mientras que Alejo II, que se encuentra de visita oficial en Lituania, defendió el polémico texto. La ley ha creado tensiones entre las diferentes corrientes cristianas y los ortodoxos, y ahora, después del veto de Ye...

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El presidente ruso, Borís Yeltsin, y el patriarca de la Iglesia ortodoxa de Rusia, Alejo II, polemizaron ayer, separados por casi 2.000 kilómetros, en torno a la ley sobre las religiones, aprobada en Junio por el Parlamento y vetada esta semana por el jefe del Estado. Yeltsin consagró la primera parte de su mensaje radiofónico a explicar las razones que tuvo para rechazar la ley, mientras que Alejo II, que se encuentra de visita oficial en Lituania, defendió el polémico texto. La ley ha creado tensiones entre las diferentes corrientes cristianas y los ortodoxos, y ahora, después del veto de Yeltsin, entre éstos y las autoridades."Comprendo cuán necesaria es esta ley. La necesitamos para defender la salud moral y espiritual de los rusos. Para poner serios obstáculos a la penetración de las sectas radicales en Rusia, que ya han causado bastante daño y han mutilado espiritual y físicamente a muchos de nuestros ciudadanos, especialmente jóvenes", dijo Yeltsin en su mensaje radiofónico. Yeltsin se encuentra de vacaciones en Volzhski Utiós (el Peñasco del Volga), tradicional lugar de descanso de la nomenklatura soviética, en la provincia de Samara.

El líder ruso señaló que la decisión de vetar el texto "fue difícil", pero aseguró que simplemente no podía firmar la ley "tal y como fue aprobada" por el Parlamento, ya que algunas de sus disposiciones "menoscaban los derechos constitucionales y las libertades del hombre y del ciudadano". "La ley pone a las religiones en situaciones desiguales y contradice las obligaciones internacionales adquiridas por Rusia", manifestó Yeltsin, agregando que "en un Estado democrático no pueden menoscabarse los intereses de las minorías, por muy buenos que a primera vista sean los motivos que se tengan".

Cerrar las puertas

Alejo II respondió a Yeltsin desde Vilna, la capital de Lituania, donde se encuentra en visita oficial. La Ley sobre Libertad de Conciencia y Asociaciones Religiosas "no menoscaba los derechos de nadie, y cierra el paso a las fuerzas seudomisioneras y destructivas que han inundado Rusia y los otros países de la antigua Unión Soviética", afirmó el patriarca, que participará en las ceremonias consagradas a recordar el 650º aniversario de tres mártires lituanos.La Iglesia ortodoxa rusa ha criticado duramente la gran actividad desarrollada por los misioneros de otras corrientes cristianas -especialmente por los católicos- en el territorio de la desaparecida Unión Soviética. Alejo II llegó a decir que, en el plano espiritual, esto era comparable a lo que significaba en el plano militar la ampliación de la OTAN hacia el Este. El patriarca dice estar sorprendido por las críticas que ha hecho a la ley EE UU, especialmente el Senado, y acusa a los norteamericanos de utilizar un "doble patrón", ya que en una serie de países existen leyes que favorecen a unas religiones y limitan las actividades de otras. No se puede negar que en esto último Alejo II tiene razón: en Europa es el caso de Alemania, Ucrania y Grecia.

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