La celebración acabó con mas de 200 lesionados y contusionados
Corría el minuto 56 cuando Mijatovic marcó el tercer gol blanco. Apenas un cuarto de hora para las 22.00. El Real Madrid acababa de ganar su 27º título de Liga. El partido aún no había terminado y miles de personas ya se habían echado a la calle a cantar el alirón. Empezó entonces un estallido de alegría que sacudió Madrid. Una explosión que llevó a la Cruz Roja a atender, fuera de la capital, a 69 personas, y al Samur, en la ciudad, a 139 afectados por lipotimias y contusiones, así como a un hombre hospitalizado con un amago de infarto.La magnitud de la eclosión también requirió atención. Dur...
Corría el minuto 56 cuando Mijatovic marcó el tercer gol blanco. Apenas un cuarto de hora para las 22.00. El Real Madrid acababa de ganar su 27º título de Liga. El partido aún no había terminado y miles de personas ya se habían echado a la calle a cantar el alirón. Empezó entonces un estallido de alegría que sacudió Madrid. Una explosión que llevó a la Cruz Roja a atender, fuera de la capital, a 69 personas, y al Samur, en la ciudad, a 139 afectados por lipotimias y contusiones, así como a un hombre hospitalizado con un amago de infarto.La magnitud de la eclosión también requirió atención. Durante toda la noche, las emisoras de radio marcaron al personal con cifras de lo más dispares: unas hablaron de 800.000 personas, otras se acercaron al millón de seguidores y alguna hasta 1.300.000 asistentes. Las televisiones se quedaron en 500.000 aficionados. Para la policía hubo, como mínimo, 350.000 aficionados. Los agentes municipales lo dejaron en 100.000 seguidores.
Según un cálculo efectuado por este periódico, en el que se ha tenido en cuenta la superficie ocupada y el número de personas, cuatro como máximo, que hubo por metro cuadrado, alrededor de 120.000 personas recibieron a la comitiva del Real Madrid en la plaza de Cibeles. Este gentío ocupó el espacio que va desde la Gran Vía a la plaza de la Independencia, y desde la plaza de Colón hasta la de Neptuno. Si a ello se une la gente que se desperdigó por los aledaños y los que se incorporaban tras la salida de otros, el cálculo se dispara a 200.000 asistentes.