La policía destapa una subasta clandestina de falsas obras de arte

La Policía Judicial ha desmantelado una subasta clandestina de supuestas obras de arte que iba a celebrarse en un restaurante de la calle de Cervantes. En la puja se iban a vender cuadros comprados en el Rastro y que se atribuían a Joaquín Sorolla, Benjamín Palencia o Cecilio Pla, con valores entre 250.000 y 2.500.000 pesetas.La investigación arrancó el pasado 6 de junio, cuando en la Brigada Provincial de Policía Judicial se recibió una información especial. En el restaurante de la calle de Cervantes se iba a celebrar una subasta clandestina de obras de arte. Los agentes, tras comprobar que d...

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La Policía Judicial ha desmantelado una subasta clandestina de supuestas obras de arte que iba a celebrarse en un restaurante de la calle de Cervantes. En la puja se iban a vender cuadros comprados en el Rastro y que se atribuían a Joaquín Sorolla, Benjamín Palencia o Cecilio Pla, con valores entre 250.000 y 2.500.000 pesetas.La investigación arrancó el pasado 6 de junio, cuando en la Brigada Provincial de Policía Judicial se recibió una información especial. En el restaurante de la calle de Cervantes se iba a celebrar una subasta clandestina de obras de arte. Los agentes, tras comprobar que dicha puja no había sido comunicada a la Delegación del Gobierno de Madrid, se encaminaron al local. Allí descubrieron que en la barra y en las paredes se exponían, con sus etiquetas y precios, 111 obras pictóricas, objetos de decoración y relojes.

En una esquina de un salón, los policías también encontraron un denominado "catálogo de subasta" y otro folleto con las "normas de subasta".

La sala había sido reservada por José D. V., quien, al acudir al local, fue requerido por la policía. El hombre, siempre según la versión policial, no pudo aportar el justificante de comunicación de la subasta. Y, a la hora de facilitar los certificados de autenticidad de las obras expuestas, entregó cinco documentos firmados por Antonio C. S., un hombre conocido en la Brigada de Patrimonio Histórico por haber estado implicado en otros casos similares.

El organizador de la subasta señaló que, tras comprar las obras en el Rastro a desconocidos, había encargado a Antonio C. S. su identificación, trabajo por el pagó 15.000 pesetas por unidad.

La policía se dirigió entonces a la casa de Antonio C. S., quien reconoció haber certificado las obras sin utilizar ningún medio técnico, sino sólo sus propios conocimientos. Ante estos hechos, los agentes intervinieron cautelarmente las obras expuestas y las remitieron al Museo del Prado, al Reina Sofía y al Museo Sorolla para determinar su procedencia y autoría.

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