El Gobierno advierte de que una respuesta violenta a los ataques en Francia debilita a España ante la UE

La ministra de Agricultura, Loyola de Palacio, pidió ayer a los hombres del sector que no caigan en la tentación de utilizar la violencia para responder a las agresiones de los agricultores franceses. Según dijo tras el Consejo de Ministros, sería el "mayor error" que se podría cometer puesto que "debilitaría enormemente la postura de fuerza negociadora que tiene el Gobierno español" ante el resto de responsables comunitarios. Las organizaciones agrarias han seguido en cambio sus acciones de respuesta y ayer quemaron frutas ante un hipermercado de capital francés en Valencia.

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La ministra de Agricultura, Loyola de Palacio, pidió ayer a los hombres del sector que no caigan en la tentación de utilizar la violencia para responder a las agresiones de los agricultores franceses. Según dijo tras el Consejo de Ministros, sería el "mayor error" que se podría cometer puesto que "debilitaría enormemente la postura de fuerza negociadora que tiene el Gobierno español" ante el resto de responsables comunitarios. Las organizaciones agrarias han seguido en cambio sus acciones de respuesta y ayer quemaron frutas ante un hipermercado de capital francés en Valencia.

El Gobierno español no respaldará el plan de mercado único que se debe aprobar en el próximo consejo europeo, que se celebrará en Amsterdam el 16 y 17 de junio, si no se adoptan medidas coercitivas contra los países que no garanticen la libre circulación de personas y mercancías. Así lo anunció ayer la ministra Loyola de Palacio, quien aseguró que de esa forma se quiere forzar a la Unión Europea para que se tomen medidas ante los reiterados ataques que se vienen produciendo en el sur de Francia contra productos españoles.Los llamamientos para evitar la violencia de la ministra no impidieron que ayer un grupo de unos 80 agricultores, coordinados por la Unió de Llauradors i Ramaders, se manifestaran ante las puertas del hipermercado Alcampo en Valencia, de capital francés, en protesta por las agresiones y para disuadir a los consumidores de comprar productos del país vecino.

Los miembros de la Unió impidieron la entrada a los almacenes y quemaron en las inmediaciones banderas francesas y 2.000 kilos de fruta ante la imposibilidad, indicaron, de venderla en el exterior.

Asimismo, en Cuenca, afiliados a la asociación agraria ASAJA quemaron una bandera francesa a las puertas del mercado municipal. Su dirigente, José María Fresneda, anunció medidas más contundentes en el futuro y pidió más firmeza al Gobierno español en la defensa de los intereses de los agricultores.

Una petición similar lanzó el coordinador general de Izquierda Unida, Julio Anguita. En declaraciones a Europa Press Televisión, criticó que el Gobierno no actúe con más dureza en este conflicto. Anguita añadió: "El Gabinete de Aznar debería ser más enérgico y duro, si llega el caso, dando un puñetazo en la mesa de la Unión Europea. No hace falta llegar a la violencia, pero lo que están haciendo los franceses es una infamia".

El presidente de la Generalitat valenciana, el popular Eduardo Zaplana, precisó que su Gobierno no parará hasta que se produzca "una sanción durísima" de la UE por esos ataques de los agricultores franceses.

Zaplana, durante una visita que realizó la pasada madrugada a Mercavalencia para reunirse con agricultores, destacó que hará "todo lo posible por defender personalmente" una propuesta sobre libre circulación de mercancías que incida en las agresiones a los productos españoles en territorio francés.

Esos ataques fueron condenados ayer por el embajador de Francia en España, Patrick Leclerq, quien aseguró que hay que buscar una solución permanente a través de una comisión mixta de negociación con profesionales del sector y representantes de la Administración.