La menor alarma social ante la droga impone otra publicidad

Las campañas de publicidad contra las drogas ya no van a mostrar a un adolescente con un gusano trepándole por la nariz para succionarle el cerebro o una jeringuilla apuntando. Esas imágenes correspondían a unos años en los que los efectos de las drogas que se consumían -heroína y cocaína- asustaban a la sociedad. Pero, ante las nuevas sustancias de consumo -alcohol y drogas sintéticas-, la sociedad ha bajado la guardia y ha obligado a la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD) a un cambio en su publicidad."Antes, la sociedad estaba alarmada por una sustancia extraña a la cultura de es...

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Las campañas de publicidad contra las drogas ya no van a mostrar a un adolescente con un gusano trepándole por la nariz para succionarle el cerebro o una jeringuilla apuntando. Esas imágenes correspondían a unos años en los que los efectos de las drogas que se consumían -heroína y cocaína- asustaban a la sociedad. Pero, ante las nuevas sustancias de consumo -alcohol y drogas sintéticas-, la sociedad ha bajado la guardia y ha obligado a la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD) a un cambio en su publicidad."Antes, la sociedad estaba alarmada por una sustancia extraña a la cultura de este país y necesitaba que se le hablara de su máxima preocupación. Pero ahora las sustancias que se consumen se ven con menos agresividad y se ha perdido la visión de peligro. Hemos pasado de la alarma social a la anestesia social", declaró ayer el director de la FAD, Ignacio Calderón, en la presentación de la nueva campaña de publicidad. La campana Prevenir es vivir -con reminiscencias de cine negro y lenguaje metafórico- ya no se dirige sólo a cambiar los hábitos de los jóvenes, sino a implicar a toda la sociedad. "Porque si ésta no elimina los factores de riesgo no se consigue nada", dijo Calderón.

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