SAN ISIDRO 97

"Que no levanta la cara el tigre"

Unas 2.000 personas participaron en el primer Safari Fotográfico del 'zoo' de la Casa de Campo

Casi todos los que participaron ayer en el primer Safari Fotográfico en el zoo de Madrid coincidían en que, por una vez, el problema no era que la imagen se moviera demasiado, sino que no se movía nunca. No hay manera de hacer una buena foto a un enorme tigre de Siberia justo cuando ha terminado de comer. Porque se tumba al sol y no hay forma de que cambie de postura.El safari fotográfico (en realidad, un concurso de fotos) es una iniciativa que parte del zoológico de la Casa de Campo y de la firma Fujifilm. Se trata de que los participantes, a los que no se les pedía ni requisitos de e...

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Casi todos los que participaron ayer en el primer Safari Fotográfico en el zoo de Madrid coincidían en que, por una vez, el problema no era que la imagen se moviera demasiado, sino que no se movía nunca. No hay manera de hacer una buena foto a un enorme tigre de Siberia justo cuando ha terminado de comer. Porque se tumba al sol y no hay forma de que cambie de postura.El safari fotográfico (en realidad, un concurso de fotos) es una iniciativa que parte del zoológico de la Casa de Campo y de la firma Fujifilm. Se trata de que los participantes, a los que no se les pedía ni requisitos de edad ni de manejo de la cámaras, hicieran cinco fotos a determinados animales y otras dos a los bichos que ellos quisieran.

La inscripción (1.000 pesetas) daba derecho a una gorra, un carrete de 12 fotos y a la entrada en el recinto. En esta primera edición se apuntaron 2.000 personas, aunque los participantes reales fueron menos por culpa de la lluvia que cayó por la mañana.

Niños con las cámaras más sencillas del mercado competían con adultos que portaban equipos de auténticos profesionales: inmensos objetivos, trípodes y maleta con el resto de los utensilios al hombro. Y todos a la espera de que al panda rojo le apeteciera de una vez bajar de la rama del roble en la que se había acomodado.

La expectación que había en torno al hábitat de los cinco animales seleccionados (el tigre de Siberia, el panda rojo, las gacelas, el flamenco rojo y el canguro gris) recordaba bastante a la espera de una de las salidas de Mario Conde de un juzgacio. Los comentarios eran: "Esto parece La Moncloa". O: "Pero qué mamón, a ver si se mueve", la ver si levanta la cara".

La elección de los animales se hizo pensando en un recorrido que supusiera una vuelta al zoo. Los organizadores dicen que no se trata de un concurso enfocado a profesionales de la fotografía. Para eso ya hay otros. La idea es que participe el mayor número de personas, pasar un buen rato y que este safari llegue a convertirse en un acontecimiento popular en Madrid.

El premio para el vencedor consiste en un viaje a Bangkok para dos personas. Dos profesores de instituto que participaban con sus alumnos llegaban dispuestos a solucionar el viaje de fin de curso.

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