El aumento de los precios un 0,1% no despeja la amenaza de una subida de tipos en EE UU

La espada de Damocles de la subida de tipos de interés en EE UU sigue en alto. El comportamiento en abril del índice de precios al consumo (IPC), con un aumento del 0,1%, demuestra que la inflación sigue bajo control, aunque no ofrece la evidencia que parece necesaria para evitar una decisión 'preventiva" de la Reserva Federal [banco central], que el próximo martes debe tomar una decisión sobre el precio oficial del dinero. El nivel de producción industrial no se modifica y la capacidad utilizada continúa en el 83,4%, demasiado alta también como para pensar que el ritmo de crecimiento, del 5,6...

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La espada de Damocles de la subida de tipos de interés en EE UU sigue en alto. El comportamiento en abril del índice de precios al consumo (IPC), con un aumento del 0,1%, demuestra que la inflación sigue bajo control, aunque no ofrece la evidencia que parece necesaria para evitar una decisión 'preventiva" de la Reserva Federal [banco central], que el próximo martes debe tomar una decisión sobre el precio oficial del dinero. El nivel de producción industrial no se modifica y la capacidad utilizada continúa en el 83,4%, demasiado alta también como para pensar que el ritmo de crecimiento, del 5,6% en el primer trimestre, decline sustancialmente en los próximos meses.

El índice de inflación, ofrecido ayer por el Departamento de Trabajo, no coincidió con las previsiones. Para el conjunto de los precios subió el 0,1%, como en marzo, y se había pronosticado un 0,2%. Lo que es más preocupante de cara al futuro, el índice subyacente, del que se excluyen los precios de la energía y la alimentación, creció un 0,3% en lugar del 0,2% estimado por los expertos, una décima más de lo que ya había subido en marzo. La mayor responsabilidad en este aumento corresponde a los productos de confección, con una subida del 0,9%, la más fuerte en los últimos cuatro años. En conjunto, la caída más notable, como ocurre con los precios en origen, se produce en alimentación, con un 0,2%,y sobre todo en energía, con un 1,5%, precedido por otra disminución del 1,7% en marzo.

Reacción confusa

Con datos ambivalentes, la reacción de los mercados fue confusa como ya ocurrió el miércoles, cuando la inicial reacción positiva a la caída de los precios en origen se fue apagando y quedó neutralizada, al imponerse la sensación de que quizá la suerte está echada sobre una nueva subida de los tipos de interés y que harían falta argumentos mucho más sólidos para evitarla.El proceso ayer fue inverso. Wall Street abrió con un retroceso. de 30 puntos, pero fue recuperándose durante la sesión. Cerró con una ganancia de 47,39 puntos y un nuevo máximo histórico, 7.333,55. En definitiva, los informes económicos de la semana han introducido más incertidumbre que claridad.

Hay datos que sugieren que la economía rebaja la presión y que las tensiones inflacionistas no aparecen en el horizonte cercano, como la disminución de un 0,3% en las ventas al por menor y el descenso del 0,6% de los precios en origen.

Pero el aumento de la inflación subyacente introduce una cierta intranquilidad, igual que la modesta subida del 0,3% en el índice de inventarios almacenados, un porcentaje de bienes no vendidos que corresponde a la caída de las ventas al por menor y que es insuficiente para confirmar que el pronosticado enfriamiento en la demanda de los consumidores está en camino.

Aunque hay argumentos suficientes como para que la Reserva Federal mantenga el tipo oficial en el 5,50% y siga al acecho hasta su próxima reunió en, en buena parte de las apuestas que los economistas y expertos cruzan sobre la decisión empieza a imponerse la opinión de que en los platillos de la balanza de Alan Greenspan, el presidente de la Reserva Federal, van a pesar más el crecimiento del 5,6% hasta marzo, la capacidad de producción industrial elevada y, sobre todo, un desempleo inferior al 5% que actúa de estímulo de los costes salariales, que los informes sobre las escasas huellas de inflación.

Si Greenspan es coherente con su principio sagrado de actuar preventivamente para no verse sorprendido por un brote inflacionista demasiado tarde, podría considerarse normal que los tipos de interés subieran otro cuarto de punto el martes, hasta colocarse en el 5,75%. La anterior subida -0,25 puntos en marzo- provocó duras críticas contra Greenspan en ámbitos políticos, empresariales y sindicales, que se verían ahora repetidas y aumentadas.

[En Alemania, el Bundesbank decidió ayer mantener invariables sus tipos de intervención y probablemente mantenga esa línea hasta la primavera de 1998, fecha del examen para la entrada en la moneda única, informa France Presse. Desde el 19 de abril de 1996, la tasa de descuento está en el 2,50% y el tipo lombardo (préstamos a corto plazo) en el 4,5%.]

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