Ayuntamiento se compromete a trasladar el poblado de la Cañada Real antes del invierno

¿Cumpleaños feliz? El poblado chabolista de la Cañada Real, donde viven unas sesenta familias gitanas en condiciones infrahumanas, cumplió ayer su tercer año junto al basurero de Valdemingómez. El Ayuntamiento de Madrid sigue asegurando que dispone de los terrenos donde se construirán las casas para realojar a los chabolistas, pero ayer, como en anteriores ocasiones, se negó a concretar el lugar y la inversión. Aunque sí apuntó, de manera imprecisa, la fecha en la que se relizará el realojo: antes del invierno. Los chabolistas desconfían de la enésima promesa municipal.

Tres años de mis...

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¿Cumpleaños feliz? El poblado chabolista de la Cañada Real, donde viven unas sesenta familias gitanas en condiciones infrahumanas, cumplió ayer su tercer año junto al basurero de Valdemingómez. El Ayuntamiento de Madrid sigue asegurando que dispone de los terrenos donde se construirán las casas para realojar a los chabolistas, pero ayer, como en anteriores ocasiones, se negó a concretar el lugar y la inversión. Aunque sí apuntó, de manera imprecisa, la fecha en la que se relizará el realojo: antes del invierno. Los chabolistas desconfían de la enésima promesa municipal.

Tres años de miseria. El poblado de la Cañada Real presentaba ayer, en su tercer cumpleaños, una imagen desoladora. Algunos de los cien niños del asentamiento mostraron su cuerpo lleno de sarpullidos y picaduras de insectos. Los hombres y mujeres se quejaron de que conviven entre bichos. "Aquí tenemos ratones tan grandes como burros", decía El Moro, un joven de 20 años. "Las culebras se refugian en las pilas de ropa dentro de nuestras chabolas", lamentó Beatriz Romero, de 55 años y que tiene tres hijos casados que también viven en el poblado. Los perros estaban esqueléticos y casi moribundos.Rebuscaban entre la basura algo que llevarse a la boca. Tenían bolas de garrapatas debajo de las orejas.

"Nosotros somos una mierda. Por eso estamos aquí. Después de tantas promesas, ya no nos creemos nada sobre las promesas de realojo del Ayuntamiento", dijo ayer con ironía El Pistolero, un hombre de unos 45 años que no quiso dar su nombre.

Promesas continuas

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El primer teniente de alcalde de Madrid, José Ignacio Echeverría, del PP, declaró ayer que el Ayuntamiento dispone del suelo donde se construirán las casas de realojo para los chabolistas de la Cañada Real. Sin embargo, el político no especificó ni el lugar, ni el coste de la inversión, ni el momento concreto en el que se producirá el realojo. Sólo apuntó que será antes del invierno. El consejero de Obras Públicas, Luis Eduardo Cortés, se desvinculó ayer del problema: "Fue el Ayuntamiento y no la Comunidad el que se comprometió a realojar a los chabolistas", declaró ayer a Efe.

El poblado surgió en mayo de 1994, cuando, los responsables municipales echaron a los chabolistas del Camino Viejo del Toro, en San Blas, para que se construyera un hipermercado y un complejo residencial, y los trasladaron al lado del vertedero de Valdemingómez.

El Ayuntamiento pretendió solucionar el problema construyendo 100 casas bajas junto a la carretera de Valencia. El proyecto se abandonó por la insalubridad del lugar. No ha habido más soluciones. Los chabolistas del asentamiento sólo esperan librarse de un invierno tan duro como el pasado. "Con la nieve, el hielo y el frío no pudimos ni salir de las chabolas. Nos pegamos a la estufa", explicó Romero. En el poblado de la Cañada Real han nacido 40 niños y se han casado 20 parejas.

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