Miña terra Alcobendas
Marisqueros de O Grove traen por segundo año el marisco de la costa gallega
Pulpo, centollo y gaitas. Ayer, Alcobendas (83.000 habitantes) se convirtió en un concejo más de Galicia gracias a la presencia de más de 40 feriantes que trasladaron el Festival do Marisco de la localidad gallega de O Grove al parque de Andalucía de este municipio madrileño. La feria durará hasta el próximo 4 de mayo.La apertura del festival, organizado por la Xuritanza de Galegos de Alcobendas y los ayuntamientos de ambos municipios, se vivió entre sones de gaita y bailes regionales. Buen yantar y buen beber son las propuestas de este festival, que ofrece mariscos y vinos gallegos a precios ...
Pulpo, centollo y gaitas. Ayer, Alcobendas (83.000 habitantes) se convirtió en un concejo más de Galicia gracias a la presencia de más de 40 feriantes que trasladaron el Festival do Marisco de la localidad gallega de O Grove al parque de Andalucía de este municipio madrileño. La feria durará hasta el próximo 4 de mayo.La apertura del festival, organizado por la Xuritanza de Galegos de Alcobendas y los ayuntamientos de ambos municipios, se vivió entre sones de gaita y bailes regionales. Buen yantar y buen beber son las propuestas de este festival, que ofrece mariscos y vinos gallegos a precios mucho más asequibles de lo habitual en Madrid: "Nuestro objetivo es que se conozca la calidad de los productos, y por eso hacemos el esfuerzo de traerlo fresco hasta Alcobendas", explica uno de los feriantes. Y la oferta es casi descomunal. Veinticinco mil kilos de mejillones, 5.000 de berberechos, 3.500 de pulpo o 100.000 ostras son algunas de las astronómicas cifras de marisco. Para bañarlo, más de 12.000 botellas de vino albariño y ribeiro.
Las estrellas del festival son, sin duda, el centollo y la empanada de berberechos: "El centollo es la imagen clásica del marisco gallego, y la empanada es el plato más sencillo y barato, y por eso la gente se acerca a degustarlos", asegura Juan Casal, representante del criadero Remagro. El pulpo y la paella gallega de mariscos son otros de los platos más degustados. Pero O Grove quiere demostrar que tras el marisco gallego hay una de las industrias más potentes de España. Criaderos, laboratorios de investigación, parques de cultivo o depuradoras de moluscos son algunas de las instalaciones que hacen posible que los madrileños se sientan estos días como si estuvieran en una lonja cantábrica.
Ayer, los visitantes estaban dispuestos a disfrutar. Había de todo. Algunos repetían, como Marcos, de 45 años, que aseguraba que "cuando se ha venido una vez a este festival es casi imposible no repetir porque te sientes como en Galicia por la música, la comida y el ambiente". También hubo nuevos fichajes: "El año pasado no vine y mis amigas estuvieron un mes acordándose de los percebes que habían comido aquí, así que este año he decidido no perdérmelo", afirma Ana, una vecina de Alcobendas de 36 años.