Polémica en Getafe por el teléfono contra los malos olores

El Ayuntamiento de Madrid no quiere que los vecinos de Getafe (143.000 habitantes) duden de su rigor medioambiental, como ha ocurrido en los últimos meses. Tan es así, que la Concejalía de Medio Ambiente de la capital habilitó a finales del pasado mes de noviembre una línea telefónica para que los getafenses protestaran en el momento en que apreciaran algún mal olor. La Casa de la Villa, sin embargo, olvidó un detalle: dar publicidad al número en cuestión, de forma que los vecinos, en particular los del conflictivo barrio de Perales del Río, pudieran utilizarlo cuando lo consideraran oportuno....

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El Ayuntamiento de Madrid no quiere que los vecinos de Getafe (143.000 habitantes) duden de su rigor medioambiental, como ha ocurrido en los últimos meses. Tan es así, que la Concejalía de Medio Ambiente de la capital habilitó a finales del pasado mes de noviembre una línea telefónica para que los getafenses protestaran en el momento en que apreciaran algún mal olor. La Casa de la Villa, sin embargo, olvidó un detalle: dar publicidad al número en cuestión, de forma que los vecinos, en particular los del conflictivo barrio de Perales del Río, pudieran utilizarlo cuando lo consideraran oportuno. El resultado es que en estos cinco meses sólo se han recibido dos solitarias llamadas.El teléfono en cuestión, 505 39 53, entró en funcionamiento el 27 de noviembre, "con carácter exclusivo para el problema: de los malos olores".

El PP de Getafe denunció ayer que el Ayuntamiento sureño "no había querido dar a conocer la existencia de este número", al que consideran prueba evidente del interés de sus compañeros de partido de la capital por la zona sur.

El primer teniente de alcalde, Gregorio Gordo (IU), es de muy distinto parecer. "Lo del PP de Madrid resulta inaudito", exclamó. "Instalan un contestador del que no dan cuenta a nadie, y, por si fuera poco, lo ponen a funcionar en noviembre, cuando el problema de los malos olores comienza ahora, con la llegada del buen tiempo. En fin, demencial". Los vecinos de Perales se quejan de que las plantas de tratamiento de Iodos instaladas en el distrito madrileño de Villaverde desprenden un olor nauseabundo debido a que trabajan al aire libre.

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