Las bandas armadas del sur de Albania causan nueve muertos en el fin de semana

Nueve personas murieron por disparos de bala entre el sábado y el domingo en Albania, víctimas, la mayoría, de las bandas armadas que operan en el país surbalcánico o de ajustes de cuentas, según indicaron ayer fuentes del Ministerio albanés del Interior. Desde el inicio de la revuelta, el pasado 28 de febrero, han muerto por lo menos 140 personas y otras setecientas han resultado heridas. El presidente Sali Berisha, mientras, sigue repitiendo que no piensa dimitir ni dejar la política.

El caos reinante en Albania permite que las bandas armadas puedan acometer acciones cuya audacia pare...

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Nueve personas murieron por disparos de bala entre el sábado y el domingo en Albania, víctimas, la mayoría, de las bandas armadas que operan en el país surbalcánico o de ajustes de cuentas, según indicaron ayer fuentes del Ministerio albanés del Interior. Desde el inicio de la revuelta, el pasado 28 de febrero, han muerto por lo menos 140 personas y otras setecientas han resultado heridas. El presidente Sali Berisha, mientras, sigue repitiendo que no piensa dimitir ni dejar la política.

El caos reinante en Albania permite que las bandas armadas puedan acometer acciones cuya audacia parece no tener límites. A medianoche del viernes, un camión grúa se presentó en la localidad meridional de Delvine y se dirigió a la sede del banco local. Los ocupantes del vehículo arrancaron literalmente la caja fuerte, que se llevaron en el camión.Sin policía ni Ejército, los pueblos del sur de Albania como Delvine, de 9.000 habitantes, son víctimas de las bandas armadas, que campan a sus anchas. El puerto de Saranda, tradicional feudo de los contrabandistas por su proximidad con la isla griega de Corfú y con Italia, es uno de los principales centros de la actividad de las bandas.

Ayer, otros 160 refugiados llegaron a Italia, donde el periódico La Repubblica publicaba una entrevista con el presidente Berisha. "No cederé al chantaje, no me voy a asustar por la amenaza de las armas", respondía Berisha cuando se le preguntaba por qué no atiende la exigencia de dimitir que le han planteado los rebeldes. "He estado aquí, en este despacho, durante toda la crisis porque es aquí donde debo estar".

"Mi futuro está en manos del pueblo albanés. No dejaré la política, pero respetaré, sin asomo de duda, la decisión del pueblo. Eso también es democracia". El presidente se refiere a las elecciones previstas para junio, cuando ha dicho que dimitirá si su Partido Democrático sale derrotado de la consulta. Pero el ministro griego de Exteriores, Yanos Kranidiotis, manifestó ayer que "no es posible celebrar las elecciones con la gente armada".

La primera ayuda humanitaria enviada por Italia con destino al hospital de Valona fue distribuida ayer, según informó el director del centro sanitario, Servet Kojdheli. Unos 1.800 kilos de medicinas, equipo quirúrgico y material sanitario llegaron en dos helicópteros. A partir de hoy, cuatro médicos italianos, cirujanos y ortopédicos, comenzarán a trabajar en el hospital de Valona, localidad bastión de la revuelta armada y donde el número de bajas es el más elevado del conflicto. En la capital, Tirana, unas tres mil personas se manifestaron en el centro en favor de "la paz" y "la reconstrucción" del país y en apoyo del Gobierno de Bashkim Fino, quien ayer se reunió, por primera vez, con una delegación de los rebeldes. La manifestación se desarrolló sin incidentes, y bajo la atenta mirada de la policía secreta. Diversos movimientos pacifistas y el conjunto de los 18 sindicatos profesionales de mujeres de Albania convocaron la marcha.

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