¡Soy culpable!
Tras mucho meditarlo, creo que ha llegado el momento de confesar a los cuatro vientos el reconocimiento de mi culpabilidad, y que a continuación expongo: desde que el diario EL PAÍS viera la luz, me sentí identificado con la línea informativa de ese periódico, lo cual se vio consolidado la triste noche del 23-F. Con el transcurrir de los tiempos, y como quiera que la oferta televisiva me parecía aburrida -por no hablar de las interminables cuñas publicitarias en las películas-, decidí abonarme a Canal+.Tengo igualmente que reconocer que estoy a punto de saborear la nueva oferta de Canal...
Tras mucho meditarlo, creo que ha llegado el momento de confesar a los cuatro vientos el reconocimiento de mi culpabilidad, y que a continuación expongo: desde que el diario EL PAÍS viera la luz, me sentí identificado con la línea informativa de ese periódico, lo cual se vio consolidado la triste noche del 23-F. Con el transcurrir de los tiempos, y como quiera que la oferta televisiva me parecía aburrida -por no hablar de las interminables cuñas publicitarias en las películas-, decidí abonarme a Canal+.Tengo igualmente que reconocer que estoy a punto de saborear la nueva oferta de Canal Satélite Digital, especialmente después de lo que está lloviendo desde el poder. ¡Ah!, se me olvidaba: aunque ya los dos pecados expuestos son lo suficientemente importantes como para demostrar mi culpabilidad, soy además seguidor y abonado del Atlético de Madrid. Lo siento, a mis 44 años aún creo que hay que luchar contra los abusos.-