Requisitos para una sesión

1. Consentimiento informado. La conformidad firmada del paciente es imprescindible para una sesión de electrochoque; previamente, el, psiquiatra debe explicarle, qué va a hacerle, para descartar temores y dudas previas.2. Valoración previa. El anestesista certifica que el paciente no presenta contraindicaciones para el tratamiento tras hacerle un chequeo (alergias, malformaciones, estudio cardiólógico y torácico).

3. Anestesia. Siempre en ayunas, se baja el nivel de consciencia y se aplica un relajante muscular para eliminar la convulsión. Las dosis son superficiale...

1. Consentimiento informado. La conformidad firmada del paciente es imprescindible para una sesión de electrochoque; previamente, el, psiquiatra debe explicarle, qué va a hacerle, para descartar temores y dudas previas.2. Valoración previa. El anestesista certifica que el paciente no presenta contraindicaciones para el tratamiento tras hacerle un chequeo (alergias, malformaciones, estudio cardiólógico y torácico).

3. Anestesia. Siempre en ayunas, se baja el nivel de consciencia y se aplica un relajante muscular para eliminar la convulsión. Las dosis son superficiales y duran en la sangre unos minutos.

4. Descarga. Se aplica al cerebro mediante dos electrodos colocados a ambos lados de la frente. Su duración se mide en milisegundos, y su intensidad, en milivoltios (cada paciente recibe una descarga específica en función de su edad, peso, medicación y respuestas previas).

5. Recuperación. El paciente vuelve a respirar por sí mismo pasados cuatro o cinco minutos, durante los cuales el anestesista vigila su respiración. La recuperación total se produce en unos veinte minutos. En algunos sitios se hace en régimen ambulatorio, pero es más seguro el ingreso.

6. Número de sesiones. Entre seis y 12, según la gravedad del cuadro y la respuesta del paciente, aplicadas en días alternos. El tratamiento continúa con una medicación de mantenimiento y revisiones periódicas.