Entrevista:

"La segunda mitad de este siglo es la era del polímero"

¿Cómo lograr que una medicina. llegue a un sitio preciso del organismo, con la dosis adecuada que actúe con el ritmo idóneo y, todo ello, sin efectos adversos? Responder a esta cuestión plantea un reto acuciante a la investigación farmacológica debido a la, actual imprecisión de los modo de administración de los remedios.Julio San Román, investigador del Instituto de Ciencia y Tecnología de Polímeros del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), lleva, 14 años buscando la solución. Y ha hallado una en la unión química de fármacos y polímeros, de la cual resulta una macromolécula...

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¿Cómo lograr que una medicina. llegue a un sitio preciso del organismo, con la dosis adecuada que actúe con el ritmo idóneo y, todo ello, sin efectos adversos? Responder a esta cuestión plantea un reto acuciante a la investigación farmacológica debido a la, actual imprecisión de los modo de administración de los remedios.Julio San Román, investigador del Instituto de Ciencia y Tecnología de Polímeros del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), lleva, 14 años buscando la solución. Y ha hallado una en la unión química de fármacos y polímeros, de la cual resulta una macromolécula con propiedades que hacen que la acción del fármaco sea. más eficiente, segura e inocua.

La originalidad del enfoque le: ha valido premios de la Real. Academia de Farmacia y la Sociedad Española de Cirugía.

Pregunta. ¿Cuál es el atractivo de los polímeros en la investigación aplicada?

Respuesta. Un polímero es cualquier sustancia de gran tamaño molecular, de diez a 100.000 moléculas unidas. Son estas dimensiones lo que hace que dichas macromoléculas sean sumamemente manipulables en su estructura química. De este hallazgo se derivaron este siglo valiosas aplicaciones industriales , comenzando por los plásticos, que son básicamente polímeros.

Luego, sus usos se multiplicaron al punto de decirse que esta segunda mitad del siglo es la "era del polímero". Hoy sus aplicaciones son inmensas: en el deporte -con pértigas ultraflexibles que han posibilitado las plusmarcas en salto-; en medicina -con lentillas y prótesis artificiales-; en aeronáutica -con cristales super resistentes para las cabinas- Casi no hay campo de actividad donde los polímeros no jueguen un papel relevante.

P. ¿Cómo se aprovecha la ciencia farmacológica de esa versatilidad?

R. Una meta de la farmacología es optimizar la administración de los medicamentos. Por situación óptima se entiende que el fármaco alcance su diana específica, que allí libere la concentración terapéutica adecuada y que sus efectos adversos sean mínimos.

Los polímeros resultan idóneos para ese cometido por varias razones: son tolerados por el sistema inmune; su estructura en forma de red es conveniente para combinarse con moléculas de medicamentos y puede diseñarse el modo de provocar la actividad físico-química deseada, con lo cual resultan útiles como soporte o, componentes de dispositivos dirigidos a inducir una actividad local del fármaco activo.

P. ¿De qué forma se combinan los medicamentos y los polímeros?

R. Existen varias vías. Con mi equipo venimos trabajando, desde hace catorce años, en unir químicamente al medicamento y los polímeros, para crear así fármacos poliméricos. Hemos ensayado con el ácido salicílico un analgésico con toxicidad estomacal, al cual unimos a un sistema acrílico, obteniendo una especie de ovillo molecular que se abre y desenrrolla en ciertas condiciones.

Concretamente, las macro-moléculas que se crean de esta manera reaccionan a la acidez del estómago, formando una bola compacta. De esta manera, cuando pasan al medio alcalino el intestino, se dilatan y liberan el analgésico, el cual surte pleno efecto sin perjudicar el estómago.

P. ¿Podría aplicarse esta técnica a otro tipo de medicamentos?

R. Sin duda. Por ejemplo, en antiinflamatorios no esteroides que, como el organismo los elimina con facilidad, tienen una acción calmante demasiado corta. En cambio, si aplicamos antiinflamatorios poliméricos, el nivel de medicamento se mantiene constante con una inyección tres o cuatro semanas, mientras que con la pauta habitual el efecto dura un día.

.Sucede que un sistema polimérico es más permeable a los fluidos orgánicos, no se deja arrastrar por ellos, permaneciendo en la zona aplicada más tiempo. También, es aplicable a los antibióticos donde interesa mantener una concentración de medicamento más prolongada con un menor número de tomas.

P. ¿Prevé algún otro uso terapéutico para los sistemas poliméricos?

R. Hemos ensayado con éxito un revestimiento de vasos sanguíneos artificiales basado en un sistema polimérico. Aquí el problema es que dichos vasos, una vez implantados, tienden a suscitar una reacción traducible en la formación de trombos.Aprovechando la notable potencia anticoagulante del ácido salicílico, preparamos una película polimérica que se adhiere a las pared es de las venas artificiales. Llamativamente, el sistema polimérico realza la acción del ácido, que de esta manera aumenta 25 veces su potencia antitrombogénica.

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