Entrevista:

"Buscamos nichos de excelencia"

Hace poco más de un año, Félix Ynduráin aceptó dejar por un tiempo su Cátedra de Física en la Universidad Autónoma de Madrid para meterse de lleno en un problema relativamente nuevo para él: la transferencia de tecnología. En el cargo de director general del Ciemat (Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas del Ministerio de Industria) se encontró con buenas instalaciones y con 1.500 personas trabajando, pero con notables desigualdades en su rendimiento y aquejado de falta de cohesión.Ynduráin, de 51 años, ha preparado un plan de reestructuracion profunda del c...

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Hace poco más de un año, Félix Ynduráin aceptó dejar por un tiempo su Cátedra de Física en la Universidad Autónoma de Madrid para meterse de lleno en un problema relativamente nuevo para él: la transferencia de tecnología. En el cargo de director general del Ciemat (Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas del Ministerio de Industria) se encontró con buenas instalaciones y con 1.500 personas trabajando, pero con notables desigualdades en su rendimiento y aquejado de falta de cohesión.Ynduráin, de 51 años, ha preparado un plan de reestructuracion profunda del centro. Transferencia, eslabón entre el conocimiento científico y tecnológico y la industria, proyectos de excelencia y equilibrio eficaz son los conceptos que destaca en su visión de un Ciemat renovado. La tarea es atrevida y difícil en España, donde la transferencia de la investigación a la realidad ecónomica es un abismo que nadie sabe muy bien cómo cruzar.

Pregunta. ¿Cómo se conjuga investigación y transferencia?

Respuesta. Procedo del mundo académico, donde me lo pasé muy bien haciendo investigación, que es muy gratificante. Pero en la Universidad nunca ves las aplicaciones. Me parecía que en España, como en todos los países, debe haber centros de transferencia donde se genere conocimiento y se pase a la sociedad. Un centro como el Ciemat debe tener investigación básica, desarrollo tecnológico y además ensayos y servicios para la industria.

P. ¿Cómo se evalúan esas actividades para garantizar que no se pierden el tiempo y el dinero?

R. La investigación básica tendrá artículos científicos en revistas de prestigio, el desarrollo tecnológico, tendrá patentes y los ensayos y servicios al exterior tendrán esencialmente contratos con la industria.

P. ¿Cuántas patentes genera el Ciemat?.

R. Pocas; a lo sumo, una docena al año, aunque lo importante no es tanto el número de patentes, sino su rendimiento real. Pero estamos promoviendo las patentes, además, por lo que significan de acabar y documentar lo conseguido.

P. Al abarcar tantas actividades da la impresión de que el Ciemat se dedica a todo y a nada.

R. El Ciemat se creó en 1986, a partir de la antigua Junta de Energía Nuclear, y se nos sigue asociando a la tecnología e investigación nuclear, cuando ésta no supone más que el 20% de nuestra actividad; en 10 años, el centro se ha diversificado en otras fuentes de energía, incluyendo su impacto en el medio ambiente y en los organismos vivos.

P. Lo que usted llama diversificación del Ciemat, ¿no es dispersión?

R. Éste es un centro muy grande y se puede diversificar bastante, pero sin duda hay dispersión en proyectos demasiado pequeños, desconexión y duplicidades. El cambio profundo que hemos emprendido va dirigido a atajar esa situación. Pero ya hay unas líneas claras y en el futuro deben concentrarse más. Nos hemos propuesto buscar nichos de excelencia, y las actividades que no lo sean irán disminuyendo.

P. ¿Van a mantenerse los institutos del Ciemat?

R. En la reestructuración que está aprobada desaparecen los institutos, que se sustituyen por áreas, y se empieza a funcionar por proyectos de investigación con una exhaustiva evaluación interna y externa. Ahora, los- recurso! del Ciemat están centralizados y se distribuyen de acuerdo con unas directrices determinadas.

P. ¿Qué presupuesto tiene?

R. Diez mil quinientos millones de pesetas al año, de los que 6.500 son transferencia directa del Estado y el resto procede de actividades de I + D, acuerdos con empresas, como Enresa y las eléctricas, y proyectos de la UE.

P. ¿Se toman en serio en España las energías renovables?

R. Estoy convencido de que sí; desde luego, en el Ciemat, sí. Aquí, las renovables suponen un 15% de la actividad, y abarcamos biomasa, solar fotovoltaica, solar térmica y eólica. La potencia eólica que se va a instalar en España en los próximos años va a ser equivalente a una central nuclear. La renovable representa un 5% de la producción global de energía, pero un 5% no es una cantidad despreciable, y va en aumento.

P. Un área clave del Ciemat es la fusión nuclear, y esto parece muy alejado de las aplicaciones industriales.

R. Es cierto que la fusión para producción comercial de energía está muy lejos, pero los organismos internacionales están dedicándole mucho dinero. El programa de fusión del Ciemat lleva 10 años, ha costado 16.000 millones de pesetas y es un nicho de excelencia. Tiene un interés claramente científico [véase EL PAÍS del 5 de febrero]; ahora bien, la tecnología asociada a la Construcción del reactor que tenemos es muy compleja y hemos logrado que las industrias españolas hagan un 45% del mismo. Además, para hacerlo, se han desarrollado en el Ciemat capacidades que pueden tener aplicaciones industriales; por ejemplo, soldaduras, bobinas de campos magnéticos, ultraalto vacío...

P. ¿Y física de partículas?

R. Tenemos un grupo excelente que trabaja mucho para el CERN y ahora participa en la construcción de uno de los detectores del nuevo acelerador de partículas LHC. Además de ciencia básica, también aquí los expertos del Ciemat han desarrollado capacidades como el alineamiento de grandes máquinas, que puede tener aplicaciones distintas.

P. ¿Su estrategia es aprovechar lo que se ha encontrado en el Ciemat o identificar las necesidades y oportunidades tecnológicas que España precisa?.

R. Las dos cosas. Cuando digo buscar nichos de excelencia, me refiero a buscar direcciones en que haya un futuro a medio y largo plazo, de acuerdo con una estrategia española, y en las que el Ciemat puede ser líder. Por ejemplo, se ha montado ahora un pequeño grupo de superconductividad_ campo que puede desembocar en aplicaciones interesantes en aceleradores, en almacenamiento de energía... También hay un proyecto en marcha en la plataforma solar de Almería para demostrar la rentabilidad de producir energía eléctrica a partir de energía solar.

P. ¿Responde la empresa española al incentivo de la innovación?

R. El empresario está preocupado por pagar la nómina. Una de nuestras funciones es hacerle ver que si invierte en innovación al cabo de unos años la pagará más cómodamente.

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