El 96 les sacudió la vida

Nueve episodios de personas que pasaron por la actualidad sin haberla buscado

Bienvenida al mundoEl pasado 6 de agosto, al despuntar la primera luz del día en el número 9 de la calle de San Bernardino, el albañil Alfonso Labrador, de 20 años, cogió de un contenedor de escombros una caja de cartón con 2.420 gramos de suerte., La izó y, cuando se disponía a arrojarla a la calle, de aquel amasijo de plástico, cartón y lanas emergió un llanto profundo. Alfonso, espantado, abandonó el paquete sobre una pila de ladrillos y llamó a su compañero de obra. "¡Que he parido!", le dijo. Acababa de nacer por segunda vez la niña de ojos oscuros que por un día se llamo Bienvenida B...

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Bienvenida al mundoEl pasado 6 de agosto, al despuntar la primera luz del día en el número 9 de la calle de San Bernardino, el albañil Alfonso Labrador, de 20 años, cogió de un contenedor de escombros una caja de cartón con 2.420 gramos de suerte., La izó y, cuando se disponía a arrojarla a la calle, de aquel amasijo de plástico, cartón y lanas emergió un llanto profundo. Alfonso, espantado, abandonó el paquete sobre una pila de ladrillos y llamó a su compañero de obra. "¡Que he parido!", le dijo. Acababa de nacer por segunda vez la niña de ojos oscuros que por un día se llamo Bienvenida Bernadina.

El hallazgo desató un inmediato revuelo vecinal. Nadie se atrevía a abrir la caja de cartón. Nadie, excepto Angelita Roca, dependienta de la pastelería Torrecilla. La recién nacida, aún con el cordón umbilical colgando y el pelo embarrado' de placenta y sangre, fue conducida al hospital por una patrulla de la Policía Municipal. Durante el trayecto, el cabo Alfonso, de 41 años, la arrulló en sus brazos y sintió que se le disparaban los sentimientos. Los mismos que durante años le habían empujado a cumplimentar decenas de solicitudes de adopción.

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En el hospital la niña recibió, en honor a la fortuna de su descubrimiento y a la calle donde fue hallada, el nombre de Bienvenida Bernardina. Poco duró. La Comisión de Tutela del Menor se lo cambió hasta tres veces para evitar su identificación. Ahora la pequeña ya tiene padres adoptivos.-

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