La capital portuguesa, bajo "arresto domiciliario"

Algunos medios de comunicación portugueses han aconsejado a los residentes en el centro de Lisboa que lleven consigo la factura de la luz o el teléfono para acreditar su verdadero domicilio. No se trata de una mera formalidad, sino de un requisito, probablemente indispensable, para que algunos lisboetas puedan moverse por los barrios céntricos de la ciudad e incluso llegar hasta su casa, hoy y mañana, durante la cumbre de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE).La celebración de la conferencia en Lisboa, que reúne a 53 jefes de Estado y de Gobierno, ha necesitado m...

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Algunos medios de comunicación portugueses han aconsejado a los residentes en el centro de Lisboa que lleven consigo la factura de la luz o el teléfono para acreditar su verdadero domicilio. No se trata de una mera formalidad, sino de un requisito, probablemente indispensable, para que algunos lisboetas puedan moverse por los barrios céntricos de la ciudad e incluso llegar hasta su casa, hoy y mañana, durante la cumbre de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE).La celebración de la conferencia en Lisboa, que reúne a 53 jefes de Estado y de Gobierno, ha necesitado medidas excepcionales para que la ciudad, anárquica durante las horas punta de tráfico, pudiese recibir a sus ilustres visitantes sin convertirse en un absoluto caos.

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Las autoridades portuguesas decretaron día festivo la jornada de hoy; han movilizado a todos sus cuerpos de seguridad civiles y militares, y han cerrado al tráfico las arterias principales de la capital, los alrededores de tres céntricos hoteles y la sede de la cumbre, incluyendo la suspensión o alteración de itinerarios de algunos transportes públicos.Estas medidas pueden parecer lógicas si se desconoce la estructura de Lisboa, donde el bloqueo de sus avenidas principales causará, desde el punto de vista más optimista, el desconcierto y la confusión. Para evitar estas previsibles consecuencias, el Gobierno ha aconsejado, sin excesivo éxito, el cierre de algunas áreas comerciales que se han negado a perder horas de ventas. "La cumbre de la OSCE nos va a condenar al arresto domiciliario", pronostica un miembro de la Asociación de Comerciantes de Lisboa.

El Gobierno de Lisboa ha montado el despliegue de seguridad e infraestructuras más importante de su historia. Durante los tres días que durará la operación OSCE, Portugal movilizará a más de 2.500 miembros de sus fuerzas de seguridad, con 300 vehículos, 1.200 radios y diversos helicópteros. La organización ha necesitado la cesión o alquiler de 24 automóviles blindados, 206 vehículos, 67 minibuses, 35 autobuses y 40 furgones para el transporte de equipajes.

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