"La ética sexual vaticana siembra la objeción de conciencia entre católicos"

Carl Bernstein -premio Pulitzer por su trabajo sobre el Watergate- y Marco Politi, especialista religioso de La Repubblica, han escrito al alimón Su Santidad (Planeta), biografía de Juan Pablo II que cuenta la cruzada conjunta de Reagan y el Papa contra el comunismo y pinta las luces y sombras de un pontificado. "El fracaso de la Iglesia es la ética sexual, que siembra la objeción de conciencia entre católicos, a millones", dice Politi. "Este papado es comparable a Napoleón: conmocionó el mundo, pero las fronteras de Francia no crecieron. El conservador cardenal Ratzinger ...

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Carl Bernstein -premio Pulitzer por su trabajo sobre el Watergate- y Marco Politi, especialista religioso de La Repubblica, han escrito al alimón Su Santidad (Planeta), biografía de Juan Pablo II que cuenta la cruzada conjunta de Reagan y el Papa contra el comunismo y pinta las luces y sombras de un pontificado. "El fracaso de la Iglesia es la ética sexual, que siembra la objeción de conciencia entre católicos, a millones", dice Politi. "Este papado es comparable a Napoleón: conmocionó el mundo, pero las fronteras de Francia no crecieron. El conservador cardenal Ratzinger reconoce que la Iglesia no irá a más aunque ordene mujeres o los curas se casen. La mujer como dueña de su destino es algo que el Papa no concibe".

"Hay gente que cree que el Papa es retrógado en moral, pero Wojtyla nunca fue optimista sobre a la liberación humana en esta tierra", dice Bernstein. "No es un demócrata, es un luchador y un autoritario". Coinciden en que antes de Solidaridad ni siquiera Wojtyla creía en el fin del comunismo.Bernstein tiende a ver al Papa como gran protagonista en la Iglesia; Politi otea más complejidades. Pero ambos coinciden en el espiritualismo de Wojtila. "Es un místico y un solitario, a la par que un gran actor y comunicador", define Bernstein. "Ni Opus, ni curia: él lo decide todo; no hay asesores que valgan: él, de rodillas, bajo una gran cruz, con eso basta". "Un obstáculo para que el Papa dimita algún día", advierte Politi, "es que cree que su sufrimiento es parte del sufrimiento de Cristo, y de eso es imposible dimitir". Ambos recuerdan que el atentado de Ali Agra fue vivido por el Papa como una predestinación.Politi olfatea el futuro: "La gran cuestión es la democratización de la Iglesia. La elección de Papa es muy refinada: no se proponen al principio personas concretas, sino que se ven los problemas, se hace un retrato-robot y luego se elige a alguien. Wojtyla era el hombre para una época de retroceso de la Iglesia ante el marxismo y el indiferentismo. Ahora se necesitará un Papa que afronte la democratización y por tanto conozca bien la curia". Aventura nombres como el brasileño Moreira Neves, el francés Etchegaray... "Podría también ser italiano, porque se opte por un papado menos afirmativo. Pero el cardenal milanés Martini ha sido visto papable, y eso le quema. El factor tiempo es clave: si hay que elegir Papa antes de cuatro años, será alguien que haya vivido el Concilio, y podrá reactivar la democratización parada por Wojtyla; si el cónclave es posterior, ya no habrá memoria del Concilio".Además de la curia, Politi valora la influencia del Opus Dei: "El Opus seguirá en el Vaticano con cualquier Papa, porque su objetivo central no es sino el desarrollo de la propia organización, una estructura muy caudillista. No presentará un candidato, pero presionará con todo su peso".

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