Industria quiere pactar con las eléctricas la rebaja de tarifas de los próximos tres años

La Secretaría de Estado de Energía está cerrando la negociación con las empresas eléctricas para definir el próximo protocolo eléctrico. Uno de los puntos decisivos que queda por negociar es establecer un acuerdo para que las tarifas eléctricas bajen durante los próximos tres años. Por el momento, está decidido que el ano próximo bajarán el 3%, pero Industria pretende pactar que también bajarán en 1998 y 1999. Aunque parte del protocolo está abierta, algunos principios básicos, como establecimiento de la competencia total en generación, la desaparición de la retribución privilegiada a E...

La Secretaría de Estado de Energía está cerrando la negociación con las empresas eléctricas para definir el próximo protocolo eléctrico. Uno de los puntos decisivos que queda por negociar es establecer un acuerdo para que las tarifas eléctricas bajen durante los próximos tres años. Por el momento, está decidido que el ano próximo bajarán el 3%, pero Industria pretende pactar que también bajarán en 1998 y 1999. Aunque parte del protocolo está abierta, algunos principios básicos, como establecimiento de la competencia total en generación, la desaparición de la retribución privilegiada a ENDESA e Iberdrola y la liberalización progresiva del mercado, todo ello a partir del 1 de enero de 1998.En una atmósfera de cierto revuelo económico, provocado por el anuncio del aumento de participación de ENDESA en Sevillana de Electricidad y en Fecsa, la Secretaría de Estado de Energía y las compañías eléctricas están cerrando la negociación del nuevo protocolo eléctrico sobre el que se constituirá el marco regulatorio eléctrico. El calendario previsto quiere cerrar el pacto a mediados de noviembre; sobre el texto, una serie de grupos de trabajo elaborarán la nueva regulación, con todos los detalles, hasta el próximo mes de marzo; de forma que antes del verano el Gobierno pueda aprobar las modificaciones legislativas pertinentes.

El punto principal de la negociación, por lo menos para los consumidores, radica en el deseo del Gobierno de pactar con las empresas una rebaja de tarifas para los próximos dos años, con la base puesta en la decisión tomada para el año próximo, durante el cual bajarán el 3%. Precisamente queda por definir como se efectuará la repercusión de esta rebaja; se supone que una parte se hará mediante el recorte de externalidades y otra mediante la reducción de beneficios.

Las líneas definidas del protocolo, hasta ahora, son, muy resumidas, las siguientes:

Competencia total en generación a partir del 1 de enero de 1998. La electricidad se distribuirá en función de las ofertas.

Liberalización progresiva del mercado. A partir del 1 de enero de 1998, los clientes que consuman más de 40 gigawatios podrán elegir a quien compran la electricidad; a partir del 1 de enero del año 2000 podrán hacerlo quienes consuman más de 9 gigawatios y a partir del 1 de enero del año 2002 los consumidores de más de 5 gigawatios. Esta libertad implica que o bien podrán comprar a tarifa a su distribuidor, o bien comprar al precio fijado por el pool establecido o bien comprar al precio libremente pactado con el distribuidor.

Libre acceso a las redes de distribución y transporte a través de peajes establecidos.

Libertad de establecimiento de nuevos grupos de generación.

Eliminar la restricción de abastecimiento de materias primas para la generación eléctrica.

Corrección del déficit con que se retribuye la distribución eléctrica.