Detenidos dos estudiantes de Vic por traficar con pornografía infantil desde Internet

La policía dice que el material incautado supone el mayor alijo descubierto en Europa

La delincuencia internacional hace tiempo que aprovecha las inmensas posibilidades que ofrece Internet a sus negocios espurios. Hasta ahora la difusión de pornografía infantil a través de Internet era cosa de otros países. Ya no es así. Los agentes del Grupo de Menores (Grume) de la policía detuvieron el pasado día 6 a los estudiantes barceloneses Eduardo A. S., de 20 años, y David J. S., de 21, en cuyo poder tenían 4.000 documentos informáticos que contenían, pornografía infantil listos para ser vendidos en España. Los detenidos fueron puestos en libertad tras declarar ante el juez, ya que en...

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La delincuencia internacional hace tiempo que aprovecha las inmensas posibilidades que ofrece Internet a sus negocios espurios. Hasta ahora la difusión de pornografía infantil a través de Internet era cosa de otros países. Ya no es así. Los agentes del Grupo de Menores (Grume) de la policía detuvieron el pasado día 6 a los estudiantes barceloneses Eduardo A. S., de 20 años, y David J. S., de 21, en cuyo poder tenían 4.000 documentos informáticos que contenían, pornografía infantil listos para ser vendidos en España. Los detenidos fueron puestos en libertad tras declarar ante el juez, ya que en España la venta de material pornográfico sólo está sancionada con multas.

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Hace unos cuatro meses, los agentes del Grume, a cuyo frente figura el inspector Jesús Garrido, fueron alertados por la Unidad Central de Inteligencia Exterior de que una red de distribución de pornografía infantil de Estados Unidos, que operaba aprovechándose de la impunidad que ofrece Internet, mantenía contactos regulares con personas de Vic. La citada Unidad Exterior de la policía había sido puesta sobre la pista por los agentes especiales del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, los primeros en detectar los intercambios pornográficos.Los hombres del Grume y los agentes de la Comisaría de Policía de Vic, a cuyo frente figura el inspector Ramiro Álvarez, empezaron a tirar del hilo. Con la preceptiva autorización judicial, controlaron el flujo de mensajes entre los distribuidores norteamericanos y los posibles compradores españoles.

A mediados del mes de julio detectaron un envío de material pornográfico infantil que contenía videos y discos informáticos mediante una empresa de mensajería internacional a una dirección de Vic.

Al final del hilo, y tras una prolija investigación en la que intervinieron agentes de la policía científica y del área de informática, los agentes del Grume y de la Comisaría de Vic descubrieron a los estudiantes Eduardo A. S. y David J. S., matriculados en carreras que tienen que ver con las telecomunicaciones y la informática y verdaderos cerebros de la navegación por la tela de araña de Internet. Los detenidos operaban en Internet indistintamente desde Vic y Barcelona con claves y accesos robados a otras personas.

Las pruebas acumuladas, permitieron a la policía la detención de los dos estudiantes el pasado día 3. En sus domicilios, además de los 4.000 ficheros informáticos y videos pornográficos infantiles, se intervino abundante documentación y agendas de contactos. Uno de los estudiantes admitió que la montaña de pornografía infantil era para satisfacer sus deseos libidinosos malsanos; el otro reconoció que se hallaban en fase de acumulación de material para posteriormente venderlo por España y Europa.

Imágenes escabrosas

Los discos informáticos y los vídeos contienen imágenes escabrosas. "Niños, de 3 o 4 años protagonizan, con otros menores o con adultos, todo tipo de actos sexuales, incluída la 'sodomía y el masoquismo", señaló Federico Cabrero, jefe de la oficina de prensa de la Policía. Fuentes policiales explicaron ayer que el material pornográfico incautado fue producido en países del norte y del este de Europa. Los discos incautados suponen el mayor alijo de imágenes pornográficas infantiles incautado jamás en Europa.Los dos detenidos, que el día 6 fueron puestos en libertad, habían hecho acopio de material intercambiando una parte y comprando otra siempre, a través de Internet.

Las empresas desaprensivas que comercializan pornografía infantil desde Internet suelen poner en su web (página), a modo de gancho, breves secuencias de las películas que venden o fotos de las colecciones que poseen. Para conseguirlas, el usuario tiene que enviar un mínimo de 50 dólares (6.400. pesetas) a una cuenta cifrada domiciliada en un paraíso fiscal, lo que garantiza la total opacidad penal y fiscal. Cuando el banco avisa de la recepción del dinero a los vendedores envían el paquete a la dirección indicada. Los envíos se hacen a través de una empresa internacional de mensajería para evitar los servicios oficiales de correos, más fáciles de ser controlados por la policía.

La policía no excluye, a partir de esta operación realizar más detenciones en reliación a la comercialización o distribución de pronografía infantil informática.

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