Debate sobre Maastricht
Acabo de leer el artículo del presidente de la Asamblea Nacional Francesa, Philippe Séguin, que lleva por título Urge un debate redentor sobre Europa (EL PAÍS, 21 de septiembre).En él se hace un llamamiento preocupado a la rectificación de unos acuerdos -los de Maastricht- que se están revelando peligrosos para los pueblos de Europa. Destaca Séguin la exigencia de Laurent Fabius -uno de los artífices de los acuerdos- de que sean revisados, y habla de la "última oportunidad de salvar a Europa". Denuncia los vicios de una política nefasta: dogmatismo, falta de democracia de las institucio...
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Acabo de leer el artículo del presidente de la Asamblea Nacional Francesa, Philippe Séguin, que lleva por título Urge un debate redentor sobre Europa (EL PAÍS, 21 de septiembre).En él se hace un llamamiento preocupado a la rectificación de unos acuerdos -los de Maastricht- que se están revelando peligrosos para los pueblos de Europa. Destaca Séguin la exigencia de Laurent Fabius -uno de los artífices de los acuerdos- de que sean revisados, y habla de la "última oportunidad de salvar a Europa". Denuncia los vicios de una política nefasta: dogmatismo, falta de democracia de las instituciones europeas, fomento de las discrepancias entre europeos.
Hay que añadir la incapacidad de hacer rectificaciones cuando son necesarias. Y pide desde el título mismo un debate. Que lo haya.He oído y leído a muchos comentaristas políticos y no recuerdo a ninguno -quizá lo ha habido- que haya pedido ese mismo debate en España. Sólo posiciones como las de Julio Anguita diciendo no a Maastricht tal como es ahora vienen a coincidir con la actual de Fabius, que pide discutir nuevamente la doctrina sobre la moneda única, causa que determina el resto de los problemas de la Unión Europea. Anguita ha sido ignorado, malinterpretado o ridiculizado por parte de parloteadores en su mayoría hueros e intercambiables.
Francia -país donde las ideas se discuten- padece de atonía crítica. ¿Qué decir de España? ¿Qué pensar de los que piensan? No se pude "mirar al futuro" sin saber qué es, qué nos dice el presente, para que ese futuro no sea regresivo e intolerable.-