La política penitenciaria divide a la Cámara vasca

El documento aprobado por el Parlamento vasco ilustra elocuentemente el grado de divergencia existente entre la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara autónomica y el Gobierno central a propósito de la política penitenciaria a seguir con los presos de ETA.Las discrepancias, surgidas ya con el anterior equipo de Interior y Justicia, encabezado por el socialista Juan Alberto Belloch, han dado paso a una verdadera escalada en el enfrentamiento y conformado una mayoría, a la que se sumó ayer HB, que sitúa a los nacionalistas e IU frente a los partidos PSE, PP y Unidad Alavesa.

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El documento aprobado por el Parlamento vasco ilustra elocuentemente el grado de divergencia existente entre la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara autónomica y el Gobierno central a propósito de la política penitenciaria a seguir con los presos de ETA.Las discrepancias, surgidas ya con el anterior equipo de Interior y Justicia, encabezado por el socialista Juan Alberto Belloch, han dado paso a una verdadera escalada en el enfrentamiento y conformado una mayoría, a la que se sumó ayer HB, que sitúa a los nacionalistas e IU frente a los partidos PSE, PP y Unidad Alavesa.

Es una división que no parece responder a motivos circunstanciales, ya que ambos bloques están igualmente separados por sus posiciones sobre la autodeterminación y sus actitudes sobre la negociación con ETA. El Gobierno central, en cualquier caso, asegura que sólo tiene intención de trasladar a prisiones de la Península a algunos de los reclusos de ETA actualmente encarcelados en Canarias, Baleares, Ceuta y Melilla.

La medida, cuya aplicación está condicionada en el tiempo a las circunstancias políticas y a la propia actividad terrorista, no se hará extensiva en ningún caso a la totalidad de los activistas que cumplen condena en estos cuatro puntos de la geografía española.El Ministerio del Interior no está dispuesto a secundar en esta. materia las exigencias de partidos vascos como PNV, EA e IU, puesto que entiende que la actitud de algunos de los reclusos de ETA confinados en Canarias, Baleares, Ceuta y Melilla no les hace acreedores de estas medidas.

La política penitenciaria establecida por el actual equipo de Interior contempla el acercamiento de presos clasificados en segundo grado a las prisiones vascas y trata de suavizar los rigores que el alejamiento de Euskadi impone a los reclusos y a sus familiares, pero considerando las actitudes y comportamientos individuales de cada penado. Aunque no existe un calendario cerrado, los partidos vascos consideran previsible que los traslados se produzcan en forma de goteo a lo largo de estos meses previos a la Navidad.