El asesinato de una niña abre en Alemania el debate sobre la reinserción

El asesinato de la niña de siete años Natalie Astner, cometido según todos los indicios por motivos sexuales por un hombre de 27 años con antecedentes penales por abuso de menores, conmueve a Alemania y ha desencadenado un debate sobre la libertad condicional de los autores de este tipo de delitos.El cadáver de Natalie apareció el domingo por la tarde en una represa del río Lech, en la Alta Baviera, tras dos días de búsqueda desde su desaparición, el viernes. Ese día Natalie no acudió a la escuela de Epfach, un pueblo de 500 habitantes situado a 60 kilómetros de Múnich. A menos de 100 metros d...

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El asesinato de la niña de siete años Natalie Astner, cometido según todos los indicios por motivos sexuales por un hombre de 27 años con antecedentes penales por abuso de menores, conmueve a Alemania y ha desencadenado un debate sobre la libertad condicional de los autores de este tipo de delitos.El cadáver de Natalie apareció el domingo por la tarde en una represa del río Lech, en la Alta Baviera, tras dos días de búsqueda desde su desaparición, el viernes. Ese día Natalie no acudió a la escuela de Epfach, un pueblo de 500 habitantes situado a 60 kilómetros de Múnich. A menos de 100 metros de la casa de sus padres, el presunto asesino se la llevó en el maletero del coche. Los patéticos llamamientos de los padres de Natalie dirigidos al secuestrador de su hija fueron inútiles. El padre, un obrero metalúrgico, decía: "Yo no sé qué edad tienes, pero si tienes corazón, devuélvenos a Natalie".

Una vecina había oído gritos y vio un coche que arrancaba a gran velocidad con el maletero abierto. Otra mujer había encontrado en el pueblo a primera hora de la mañana a un conocido, un mecánico de automóviles de 27 años que en 1993 había sido condenado a cuatro años y seis meses de cárcel por haber abusado de tres niñas. A la mujer no le cupo duda: "Fue él".

El coche de este individuo coincidía con el descrito por la vecina, y la policía detuvo en la noche del sábado al sospechoso. El detenido realizó una confesión parcial y reconoció haber apretado la boca de la niña, porque gritaba, antes de arrojarla al río. Negó haber abusado sexualmente de Natalie y declaró que la secuestró para pedir un rescate. El hallazgo de los vestidos de la niña induce a pensar que abusó de ella.

El detenido había cumplido dos tercios de su condena y quedó en libertad en julio del año pasado porque un dictamen pericial estableció que su rehabilitación "no era desfavorable". Si hubiera cumplido la pena completa, todavía estaría en la cárcel y Natalie segiría viva. Este hecho ha desencadenado emociones y comentarios sobre el tratamiento adecuado de los delincuentes sexuales.

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