Un videojuego vale 25 'Porros'

El poblado chabolista de Boadilla un gran foco deventa de hachis Boadilla pide permiso judicial para seguir derribando las chabolas donde se trapichea con droga

El poblado chabolista de inmigrantes magrebíes en Boadilla del Monte (18.000 habitantes) es el mayor de la Comunidad, con 400 chabolas y más de 1.000 habitantes (todos varones), según un informe del Servicio Regional de Salud. Esta medina musulmana se ha convertido en uno de los mayores focos de venta de hachís en Madrid. Allí compran unas mil personas diarias. Un guardia civil que suele patrullar la zona dice: "Se hacen muchas denuncias, pero no damos abasto con tanta gente". Los vecinos de Boadilla están preocupados por sus hijos."¿Cuánto me das por la Gameboy?" [consola de videojuegos de un...

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El poblado chabolista de inmigrantes magrebíes en Boadilla del Monte (18.000 habitantes) es el mayor de la Comunidad, con 400 chabolas y más de 1.000 habitantes (todos varones), según un informe del Servicio Regional de Salud. Esta medina musulmana se ha convertido en uno de los mayores focos de venta de hachís en Madrid. Allí compran unas mil personas diarias. Un guardia civil que suele patrullar la zona dice: "Se hacen muchas denuncias, pero no damos abasto con tanta gente". Los vecinos de Boadilla están preocupados por sus hijos."¿Cuánto me das por la Gameboy?" [consola de videojuegos de unas 14.000 pesetas], pregunta un chaval de unos 16 años, que viste sudadera de universidad norteamericana y deportivas de marca. "Dos talegos" [2.000 pesetas en hachís, para unos 25 porros], responde el camello marroquí. Su grupo de compatriotas (todos sujetan entre los dedos un porro) salta en carcajadas ante tan ridícula oferta desde la mesa de la chabolabar. El chaval no acepta. Al final, compra cien duros.

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'Melilla del Monte'

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Esta escena se desarrolló el miércoles por la tarde en una chabola-bar del poblado magrebí de Boadilla del Monte. Este asentamiento es el mayor de Madrid seguido del de Salobral (con unas 350 casetas, aunque no todas están habitadas), en el distrito de Villaverde, dentro de la capital, informa Begoña Aguirre. El Ayuntamiento de Boadilla derribó el jueves. siete chabolas-bar del poblado con autorización judicial. Los inmigrantes se enfrentaron sin éxito a los antidisturbios de la Guardia Civil. La confrontación se saldó con cinco marroquíes detenidos que ayer prestaron declaración en el juzgado de Móstoles y quedaron en libertad provisional en espera de juicio. Se les acusa de resistencia a la autoridad y agresión a los agentes. El Ayuntamiento anunció ayer que pedirá al juez nuevos mandatos para derribar chabolas y erradicar el tráfico de drogas, informa Europa Press.

Melilla del Monte, como algunos madrileños denominan al poblado de Boadilla, es "el Pryca del hachís", tal y como lo calificó uno de los agentes de la Guardia Civil que lo patrulla. "Con una, pareja aquí no hacemos nada", dijo resignado. "Aquí vienen unas 1.000 personas al día. Entran por todos los rincones del poblado, en coches, motos y andando. Se ponen muchas denuncias pero no podemos con todo", añadió el agente. La procesión de gente que entra y sale del poblado para comprar huevos de hachís es constante a lo largo del día y la mayor parte de la noche. "Y bueno, los fines de semana esto parece una romería", concluyó el guardia civil.

Aunque también, se vende droga fuera de las chabolas-bar, éstas son los principales puntos de encuentro entre camellos y compradores. El interior de estos establecimientos clandestinos es lúgubre. El techo está construido con puertas de madera y sostenido por vigas raquíticas. Las sillas tienen el asiento rajado y en las paredes hay recortes de prensa sobre visitas de altos cargos políticos a Marruecos y fotos de chicas ligeras de ropa. Los 40 Principales suenan a todas horas en un pequeño radiocasete.

La negociación para la compra del hachís sigue el ritual de parsimonia marroquí. Tres compradores entraron en la chabolabar el miércoles por la tarde y compraron bebidas en la barra (latas de refrescos o tés con hierbabuena). Se sentaron en una de las mesas y esperaron. Entonces uno de los camellos se acercó y les dio una muestra de material: "Prueba este polen, hazte un porrito", dijo Said, marroquí de unos 25 años. Después de catar la muestra, los compradores hicieron el encargo: "Queremos un huevo -pedazo de hachís que pesa unos 10 gramos-", dije-ron. ¿A cuánto está?", preguntaron. "A 5.000", contestó Said. "Venga, vale", aprobaron el precio. El camello desapareció por un laberinto de chabolas y volvió con el material que cambió por los billetes.El hachís que se vende en Boadilla es de primera calidad. Viene de Xauen (Marruecos) y hace escala en Ceuta. Allí bajan heroinómanos españoles como correos para subir el material a Boadilla. "Los yonquis bajan a Ceuta, pillan el hachís, le dan forma de huevo y se lo meten por el culo o se lo tragan". Luego pasan la aduana con, el carné de identidad sin problemas. Llegan a Boadilla y lo cagan. Viven para la droga y se la pagan con estos viajes", explicó Said.

. Normalmente, en Boadilla se venden pequeñas cantidades de droga pero Said comenta: "El otro día un tío me compró cinco kilos en huevos (cuyo valor ronda el millón de pesetas)". Si se trata de una compraventa de grandes cantidades, el precio del huevo desciende tan sólo hasta las 4.500 pesetas. Sin embargo, los compradores al por mayor lo revenden por 7.000 u 8.000. Lo camellos también aceptan e trueque de cocaína por hachís " siempre que sea buena", dijo Saíd. El polvo blanco entró recientemente en el poblado par el consumo y venta de los marroquíes.

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