Moncloa se atribuye por decreto toda la política de comunicación y editorial del Estado

El secretario de Estado de Comunicación, Miguel Ángel Rodríguez, uno de los hombres más próximos a José María Aznar y responsable de la comunicación de su Gobierno ha acaparado mucho más poder que sus antecesores en el cargo nombrados para esa función por Felipe González. Rodríguez tiene categoría de secretario de Estado. Miguel Gil era secretario general del Portavoz del Gobierno, con rango de subsecretario. Rodríguez ejerce como portavoz del Ejecutivo. Con González ese cometido lo cumplía en sus últimos gabinetes un ministro.Las mañanas de los viernes asiste a los Consejos de Ministros con l...

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El secretario de Estado de Comunicación, Miguel Ángel Rodríguez, uno de los hombres más próximos a José María Aznar y responsable de la comunicación de su Gobierno ha acaparado mucho más poder que sus antecesores en el cargo nombrados para esa función por Felipe González. Rodríguez tiene categoría de secretario de Estado. Miguel Gil era secretario general del Portavoz del Gobierno, con rango de subsecretario. Rodríguez ejerce como portavoz del Ejecutivo. Con González ese cometido lo cumplía en sus últimos gabinetes un ministro.Las mañanas de los viernes asiste a los Consejos de Ministros con los titulares de los Ministerios y por las tardes vuelve a convocar en Moncloa a los responsables de prensa de todos esos departamentos para "coordinar" su política de comunicación e imagen. En el Real Decreto elaborado para fijar sus atribuciones ha acogido bajo su protección "la política editorial del Estado".

"Miguel Ángel Rodríguez tiene un acceso personal a Aznar y al resto de sus ministros así como un nivel de información que seguramente no tenía Miguel Gil pero desmiento que esa relación especial haya provocado ningún tipo de discrepancias con ningún ministro", señaló un portavoz deComunicación de La Moncloa.

El Real Decreto publicado en el Boletín Oficial del Estado el pasado 6 de agosto por el Ministerio de la Presidencia para definir las funciones de esa Secretaría de Estado de Comunicación es algo más extenso que el redactado el 6 de septiembre de 1993 para determinar el trabajo de la anterior subsecretaría.

Tanto antes como ahora se pretendía acoger toda la coordinación informativa y de comunicación del presidente del Gobierno, de todos sus ministros y todos sus gabinetes de prensa. En. España y en sus viajes al extranjero. Sobre los medios de comunicación nacionales y foráneos. Rodríguez ha sido más ambicioso y ha incluido, como novedades, un punto bastante obvio donde especifica entre sus deberes "la asistencia a las actividades y comparecencias públicas del Presidente del Gobierno" y otro con el que abarca "la política editorial de la Administración General del Estado, así como la aprobación de los planes editoriales del departamento".

Publicaciones oficiales

Además, el secretario de Estado de Comunicación ejercerá ahora la presidencia de la Junta de Coordinación de Publicaciones Oficiales. Un puesto que con el PSOE ostentaba el ministro de Presidencia. "No es cuestión de detentar más poder. Sencillamente consideramos más lógico que si un ministro nos pregunta nuestro criterio sobre una publicación oficial podamos darle una respuesta si hemos influido de alguna manera en su sentido editorial que si no hemos tenido nada que ver", explicó un responsable de ese departamento.Comunicación ha creado una nueva dirección general para dar "un sentido editorial" único a todas las publicaciones del Gobierno.

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Rodríguez ha impuesto un sistema uniforme de comunicar las noticias que propaga un estilo común a todas sus informaciones. El control de la política informativa de todos los ministerios desde Moncloa, que algunos jefes de prensa e incluso ministros consideran excesiva, otros la valoran como una mayor coordinación.

El control se aplica a todos los ministerios asentados en Madrid y también, diariamente, a las 18 oficinas de información que España tiene distribuidas por el mundo. Desde Moncloa se manifiesta el interés por alcanzar, algún día, ese grado de "compenetración" con todas las delegaciones del Gobierno y con todos los gobiernos civiles.

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