El 'capo' Brusca fue presionado para acusar a Andreotti de mafioso, según su ex abogado

Vito Ganci, abogado del capo mafioso Giovanni Brusca, que le asistió hasta que éste, días pasa dos, fue sometido a medidas de protección y cambió de letrado, asegura que el boss -sobre cuyo arrepentimiento, estrategia o simple pretensión de eludir la cadena perpetua en régimen de aislamiento carcelario aún se discute- le confesó que fue contactado por altas esferas del Estado que le ofrecieron impunidad a cambio de que acusara de mafioso al ex primer ministro Giulio Andreotti. Ganci, que dice temer por su vida por lo que sabe, afirma que Brusca se negó a tales peticiones, pero ...

Vito Ganci, abogado del capo mafioso Giovanni Brusca, que le asistió hasta que éste, días pasa dos, fue sometido a medidas de protección y cambió de letrado, asegura que el boss -sobre cuyo arrepentimiento, estrategia o simple pretensión de eludir la cadena perpetua en régimen de aislamiento carcelario aún se discute- le confesó que fue contactado por altas esferas del Estado que le ofrecieron impunidad a cambio de que acusara de mafioso al ex primer ministro Giulio Andreotti. Ganci, que dice temer por su vida por lo que sabe, afirma que Brusca se negó a tales peticiones, pero otros no.Las fiscalías de Florencia, Caltanissetta y Palermo, que han interrogado a Giovanni Brusca, aseguran que hasta el momento el boss está hablando libremente, sin que se le hayan hecho preguntas, y menos sobre Andreotti, quien tiene un proceso en curso en la Audiencia de Palermo por colaboración con la Mafia.

En medios judiciales se analiza con lupa lo que se considera una nueva ola de venenos, mensajes, insinuaciones y maniobras de despiste entrecruzados, frecuentes en la Audiencia siciliana en momentos críticos.

Mientras, el abogado Vito Ganci filtra que Brusca le confesó que en las navidades de 1991 personas de altas esferas del Estado, algunas de las cuales están aún en sus cargos, le ofrecieron tratamiento de favor a cambio de que inculpara al siete veces primer ministro italiano; Ganci dice no poder hablar, pero alude a servicios secretos desviados -"o más bien, antiservicios evidentes", puntualiza- y a "encuentros desestabilizadores".