Una discusión sobre perros concluye con un muerto a tiros y un herido grave

Un hombre de 20 años, que anoche todavía era buscado por la policía, mató el domingo a tiros a Salvador Gómez Olalla, de 26, hirió gravemente al padre de este, José María Gómez Blanco, de 53, en Paterna (Valencia) porque refugiaron en su quiosco de prensa a una pareja con la que había mantenido poco antes una discusión a propósito de sus respectivos perros.Los hechos comenzaron hacia las 21.00 horas. El presunto asesino paseaba a su perro por el barrio de Santa Rita. Al encontrarse con el de Luis García, de 26 años, y su novia, Isabel Díaz, gritó al suyo: "¡Cómetelo!". Luis le espetó que era "...

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Un hombre de 20 años, que anoche todavía era buscado por la policía, mató el domingo a tiros a Salvador Gómez Olalla, de 26, hirió gravemente al padre de este, José María Gómez Blanco, de 53, en Paterna (Valencia) porque refugiaron en su quiosco de prensa a una pareja con la que había mantenido poco antes una discusión a propósito de sus respectivos perros.Los hechos comenzaron hacia las 21.00 horas. El presunto asesino paseaba a su perro por el barrio de Santa Rita. Al encontrarse con el de Luis García, de 26 años, y su novia, Isabel Díaz, gritó al suyo: "¡Cómetelo!". Luis le espetó que era "muy bestia" y, entonces, él le rompió el tabique nasal de un cabezazo.

La pareja huyó y se refugió en el quiosco Garabatos, de la familia Gómez Olalla. "El chico llevaba la cara manchada de sangre y decía que un hombre quería matarles", recuerda Ana María, la hija mayor de José María Gómez, que presenció lo ocurrido.

Poco después llegó el agresor, con un arma blanca, e intentó herir a Luis. "Mi padre y mi hermano", continúa Ana María, lograron reducirle. Para que le soltaran, prometió irse. Pero, cuando lo hicieron, les dijo que volvería con una pistola para matarles".

La amenaza dejó inquieta a la familia. Minutos después, sus temores se hicieron realidad al ver al joven con una escopeta de cañones recortados. Su madre, recuerda el marido de Ana María, venía tras él gritando: "Antón, no sabes lo que vas a hacer. Estás loco". Pero él no vaciló en disparar al pecho a Salvador, que murió en el hospital, y al estómago a José María, que se había tirado al suelo suplicándole por su vida.

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