Tribuna:COMER, BEBER, VIVIR

De camino por España, con guía

"La del alba sería cuando don Quijote salió de la venta...". Y poco tiempo transcurrió para que el caballero de la triste figura intentara alborotar la pachorra de Sancho Panza: "¿No oyes el relinchar de los caballos, el tocar de los clarines, el ruido de los tambores...". El escudero chorreó sentido común advirtiéndole que sólo oía balidos de ovejas y de carneros..., pero... Que de algo sirva El Quijote, además de releerlo, en el ir y venir y trotar por todas las Españas del veraniego y abrasador sol agosteño.El antiquijote de nuestros tiempos cibernéticos son las guías de viaje...

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"La del alba sería cuando don Quijote salió de la venta...". Y poco tiempo transcurrió para que el caballero de la triste figura intentara alborotar la pachorra de Sancho Panza: "¿No oyes el relinchar de los caballos, el tocar de los clarines, el ruido de los tambores...". El escudero chorreó sentido común advirtiéndole que sólo oía balidos de ovejas y de carneros..., pero... Que de algo sirva El Quijote, además de releerlo, en el ir y venir y trotar por todas las Españas del veraniego y abrasador sol agosteño.El antiquijote de nuestros tiempos cibernéticos son las guías de viajes para que ningún tabernero de mala jeta nos entrampe y ningún hotel nos tome por ratas y ningún restaurante nos embobalique. Mas no vale una guía cualquiera; las guías parece que son una mina editorial (¿prueba que los españoles son menos quijotes?) y nadie repara. Hablamos, aquí, de guías generalistas, donde el viajero/ turista puede alimentar las necesidades más corrientes y urgentes en tiempo de desplazamiento. La guía, clásica ya en España, por Veterana y más evolucionada, es la Gourmetour, sin duda. En 1.379 páginas, y por 3.500 pesetas en librería, puede sacar del pelanco a cualquier extraviado o desconocedor del lugar para comer, beber y dormir. Un mapa de carreteras es su primera ayuda. Y por orden alfabético están ordenados restaurantes, hoteles, bares de copas, provincias, ciudades y pueblos, con una descripción general en cada caso. Con Gourmetour en las manos uno sabe que no se dará un testarazo a lo don Quijote. La otra guía de más prosapia por caminos y carreteras y lugares es Campsa; aquí, el usuario que busque minucia y detalle viarios quedará satisfecho.

La lista de guías monográficas es innumerable, y unas veces se equivocan más y otras aciertan algo. El vino se lleva la palma. Cada editorial quiere saber de vino, y eso es bueno, es decir, eso es mucho mejor que lo que escribe. Recientemente, El País-Aguilar ha puesto a la venta una colección de libros sobre los vinos de cada una de las regiones vinícolas de España; la idea es grande, y el resultado es atinado, ya que hablar de que hay vinos incluso en las islas Canarias y no sólo en Ribera del Duero y La Rioja ya es un tanto; como lo es ilustrar al consumidor de que en Cataluña no sólo se elabora el cava, sino que media docena de vinos tintos son tan buenos como los mejores del resto de España (degustar el Raimat, Mas la Plana ... ), y que los blancos son de fiesta. La misma editorial acaba de lanzar una colección de libritos muy manejables y simpáticos (como la colección anterior), en los que guía al consumidor "De tapas por..., Zaragoza, Marbella, Málaga". Cada librito ilustra sobre el tapeo en una ciudad, o en dos o tres.

Y como agosto sigue, con Madrid con la trampa echada, digamos que para comer y refrescar, por el día en el interior y por la noche en plena naturaleza, está Currito, asentado en plena Casa de Campo, con su sidra natural vasca fresca, y sus carnes y sardinas traídas cada día de Guetaria, y todo a la brasa. Toda una barbaridad de placer, menos un ratillo de descanso: los domingos por la noche.

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