Más seco que Atlanta

Dos selecciones paralímpicas entrenan en un club y un polideportivo de Alcorcón

Sables y espadas mezclados con carreras y saltos. Las seleciones nacionales de esgrima y atletismo que representarán a España en los Juegos Paralímpicos de Atlanta han elegido las instalaciones del Club Deportivo Amanecer (CDA) y el polideportivo Santo Domingo de Alcorcón (144.850 habitantes) para prepararse para la más importante cita deportiva. "Aquí hay tranquilidad y un calor similar al de Atlanta, aunque allí hay más humedad", comenta el seleccionador nacional de atletismo, Luis Miguel Calderón para explicar por qué han elegido Alcorcón para entrenar.También ha pesado que el Club Amanecer...

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Sables y espadas mezclados con carreras y saltos. Las seleciones nacionales de esgrima y atletismo que representarán a España en los Juegos Paralímpicos de Atlanta han elegido las instalaciones del Club Deportivo Amanecer (CDA) y el polideportivo Santo Domingo de Alcorcón (144.850 habitantes) para prepararse para la más importante cita deportiva. "Aquí hay tranquilidad y un calor similar al de Atlanta, aunque allí hay más humedad", comenta el seleccionador nacional de atletismo, Luis Miguel Calderón para explicar por qué han elegido Alcorcón para entrenar.También ha pesado que el Club Amanecer y el polideportivo están preparados para personas discapacitadas y entre ambos sólo hay 300 metros.

En esgrima lo ha impuesto la federación. Los tiradores de esgrima, de entre 24 y 34 años, se entrenan ocho horas al día. No abandonan el club, salvo en contadas ocasiones. Su equipo está formado por cuatro competidores minusválidos físicos y su entrenador. En el conjunto de atletismo hay nueve corredores paralíticos cerebrales Y dos entrenadores. Proceden de Málaga, Galicia, Extremadura o Barcelona, además del propio Madrid, y sus edades oscilan entre los 19 y los 38 años.

Todos saldrán de allí el próximo 10 de agosto, con destino Atlanta. "Esto es el penal de Alcorcón y lo malo es que aún nos quedan dos semanas", bromean las malagueñas Paqui Bazalo, medalla de oro individual, y Cristina Pérez, bronce en Barcelona 92.

Las sesiones de preparación de los atletas comienzan a las diez de la mañana y terminan a las siete de la tarde, con un descanso de cuatro horas. Alternan sus entrenamientos con el cine, al que van todas las noches. "Nuestras familias no suelen venir porque estamos concentradas", explica el madrileño Luis Miguel Ortiz, que con 19 años va a participar en los 100 y 400 metros velocidad.

Todos coinciden en que sus juegos olímpicos deberían tener el mismo tratamiento que los que se celebran estos días. Se quejan de recibir pocas ayudas y de que se les da poca importancia, a pesar de que en Barcelona 92 consiguieron quintuplicar el número de medallas de "los válidos", como acostumbran llamarles: 107 paralímpicas frente a las 22 olímpicas. Un estudio de la Fundación Once y el Instituto de Formación del Gobierno regional asegura que el 62'6% de los minusválidos madrileños en activo no tiene trabajo, según informó ayer Europa Press.

"Gracias a que el Ayuntamiento de Málaga se ha ofrecido a ayudarnos, porque si no siempre iríamos con los peores medios y en muy malas condiciones'', explica Paqui Bazalo. Gracias a su amor al deporte y su ilusión por la medalla superan cualquier contrariedad.

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